El 2 de noviembre

Sonidos escoceses y belgas resonarán por El Magusto

Capercaillie y El Redoble protagonizan el festival, junto un grupo belga neofolk y un referente nacional de la danza irlandesa

El neofolk de Aérokorda aterrizará en Carbajo.

El neofolk de Aérokorda aterrizará en Carbajo. / CEDIDA

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Cáceres

El festival celta-folk El Magusto, en el municipio cacereño de Carbajo, suma ya 21 años demostrando por qué es uno de los mejores festivales folk de la Península Ibérica. Y su plantel de 2024 así lo atestigua con la banda escocesa Capercaillie como cabeza de cartel.

El célebre grupo escocés recalará el 2 de noviembre en el festival cacereño dentro de su gira conmemorativa de 40 años en activo; una autoridad indiscutible en el panorama de la música tradicional, que ha contribuido a internacionalizar los aires celtas.

Neofolk

El cartel incluye este año a los extremeños El Redoble, Irish Treble & Aérokorda (de Madrid y Bélgica, respectivamente). 

Las bailarinas de Irish Treble (que han trabajado bajo la batuta de la coreógrafa Rosalía Hall) enseñarán danzas irlandesas al público que se reúna el próximo sábado, 2 de noviembre, en Carbajo; junto a los Aérokorda, que se como se puede describir como neofolk con influencias celtas, eslavas y clásicas, algo presente en las propias composiciones de la banda.

El trío belga está formado por Pavel Souvandjiev (violín), Adriaan Van Wonterghem (guitarra) y Davy Cautaerts (whistle y mandolina). Y Las bailarinas de Irish Treble son el referente nacional de la danza irlandesa, y han compartido escenario con vacas sagradas de la música como The Cheftains, Gwendal, Michael McGoldrick o Kila

Capercaillie, la banda de origen escocés liderada por Karen Matheson y Donald Shaw.

Capercaillie, la banda de origen escocés liderada por Karen Matheson y Donald Shaw. / CEDIDA

Más de 2.000 personas

El Magusto, un festival que reúne a más de 2.000 personas en una localidad con apenas 200 habitantes, programa conciertos, música, danza, talleres medioambientales, artesanía, gastronomía tradicional... A esto se suman ponencias y actividades de multiaventura y liberación de aves. Un programa para todos los gustos y edades, con una especial atención, al medioambiente. 

«De ser un festival únicamente de música, hemos ido transformando ese enfoque con la puesta en valor de nuestro entorno, estamos en un Parque Natural, Reserva de la Biosfera, y es importante aprovechar este altavoz que tenemos para hacer una labor de concienciación ambiental», apuntan desde la organización. 

El Magusto o día de las Castañas, ya se celebraba allá por el siglo V antes de Cristo, entonces se conocía como Samhain, por las tribus y poblados celtas que por ocupaban la península. Esta celebración celta homenajea la cosecha de las castañas, con la mezcla del fuego, la tierra, el sol y los árboles. Un festejo que tiene connotaciones mágicas que se insuflan en este festival cacereño. 

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