Dos semanas después del crimen
Más de 1.000 personas gritan en silencio por el asesinato de Belén Cortés en Badajoz
Cuatro colegios profesionales, tres asociaciones y siete sindicatos se han unido en un "día histórico para la región"

Fotogalería | Mil personas recuerdan en Badajoz a Belén Cortés / Jota Granado

Más de 1.000 personas llegadas de todas las partes de Extremadura se han manifestado en Badajoz para mostrar su repulsa por el asesinato de la educadora social Belén Cortés Flor, de 35 años.
El Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Extremadura, los colegios oficiales de Trabajo Social de Cáceres y Badajoz, el Colegio Oficial de Psicología de Extremadura, el Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales de Extremadura, la Asociación de Educadores Infantiles Extremadura, la Asociación Profesional de Educadores Sociales de IES de Extremadura, la Asociación Técnicos de Integración Social de Extremadura y los sindicatos UGT, CSIF, SGTEX, CCOO, USO, SIP y CNT convocaron esta manifestación que ha dado comienzo minutos después de las 12.00 horas desde la plaza de España de la capital pacense.
"Día histórico"
El silencio y la contención han sido los protagonistas de esta movilización para condenar la muerte de la educadora social el pasado 9 de marzo. Mujeres, hombres, niños y también mascotas han acudido a esta llamada. "Es un día histórico para Extremadura, nos hemos organizado todos los profesionales que trabajamos en la intervención socio educativa y es un inicio para seguir trabajando para buscar la calidad de nuestra profesión", decía María Victoria Mateos, presidenta del colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Extremadura.
Esta ha sido una jornada de unidad para su sector: "Es un día esencial, emocional y de responsabilidad, porque entendíamos que debíamos ser la voz de Belén y la presencia de la ausencia de Belén", ha reconocido emocionada Mateos. Para ella, hoy supone un inicio de una lucha para "darle el sitio que merece a este trabajo, de legislarlo y de que los políticos apuesten por unos servicios de calidad", según ha reclamado la presidenta de los educadores extremeños.
Cambios en el sistema
Ese proceso de mejora, según Inés María Solomando, secretaria general del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Extremadura, es vital para el sector y afirma que ya se ha comenzado a trazar: "El miércoles nos reunimos con la consejera de Salud y Servicios Sociales y esperamos que sea la primera de muchas para mejorar el sistema". Como reconoce, siguen abrumados por la muerte de su colega de profesión. "Estamos consternados y destrozados porque no nos creemos aún lo que ha pasado", afirmaba. Aunque "saben las carencias del sistema de protección y reforma juvenil", pero reconoce que nunca se esperaba "que ocurriera" una muerte como la de Belén.
En su recuerdo se han concentrado en una manifestación multitudinaria, pero la secretaria general pide que "no se quede en algo testimonial y sea el origen de un cambio del sistema. Esto tiene que ser un punto y seguido de cara a mejorar".
Gargantas calladas, almas gritando
Aunque con el silencio de las gargantas, las más de 1.000 personas han gritado con sus pancartas. Algunos de los mensajes que se han visto en la mañana de este sábado han sido: "La precariedad mata", "Que el trabajo no nos cueste la vida", "Servicios sociales de calidad", "No podemos educar sin autoridad" o "Que la vocación no se rompa por el miedo". Este último cartel lo portaba Loli Díaz. Ella es maestra y cree de gran importancia "reivindicar que no se puede trabajar con miedo". En este sentido, cree que no es "comprensible que una sola persona esté con niños con ese nivel de agresividad" y alerta que no es algo aislado, "pasa continuamente y la mayoría de veces no trasciende porque no ocurre algo tan grave". Al mismo tiempo, vive con tristeza que "tenga que llegar al peor límite para que pueda haber cambios".
Junto a ella caminaba su sobrina, Lucía Díaz, que está terminando la carrera de psicología y ha acudido porque ve necesario mostrar su apoyo al sector social porque "los trabajadores necesitan seguridad en sus puestos de trabajo, porque si esto no ocurre, pocas personas querrán trabajar arriesgando su vida", decía mientras que sostenía un cartel en el que rezaba: "Por un futuro sin miedo para los profesionales".
"Todo el mundo nos necesita y nadie nos protege"
Como ellas, muchas personas que trabajan en el ámbito educativo han mostrado su repulsa por la trágica muerte de Belén, aunque el mayoritario era el ámbito de la intervención social. Uno de los perfiles que participan en este sector es el de la mediación. Un trabajo que también trabaja en contacto directo con personas con problemas de conducta o de adiciones, entre otros. En su caso, asegura que no tienen queja de la empresa subcontratada que gestiona el servicio, pero reclaman mejoras profundas. Por seguridad evita desvelar su identidad.
Ha vivido muchas veces situaciones de mucha impotencia "no estamos respaldados en muchas ocasiones, te sientes desprotegido por completo". Como explica, son servicios en los que se atiende a todo tipo de personas y no todos responden de buena manera, por ello, necesitan "mucha más seguridad".
Es una de las peticiones claves del sector para poder desarrollar su trabajo: "No se entiende que para tener a los chicos bajo llave se tuviera que encerrar ella", dice este profesional refiriéndose a lo que tuvo que hacer Belén. En este sentido, este profesional resume en una frase la realidad que vive el sector de los servicios sociales: "Todo el mundo nos necesita y nadie nos protege".
Aunque este trabajador está contento con la empresa con la que trabaja, siente desamparo por parte de la Administración: "Muchas veces la respuesta que da es que los problemas que sufren los profesionales es de este con la empresa que lo contrata, pero es la Junta de Extremadura tiene que comprobar que esa gestión esté bien hecha", denuncia reclamando mejoras en los derechos.
"Se podría haber evitado"
Precisamente, el lema elegido por los convocantes ha sido: "Por la defensa de los derechos de los/las profesionales del sector social. ¡Basta ya!". Tras la marcha, que ha recorrido varias calles del Casco Antiguo y que se ha iniciado y finalizado en la plaza de España, se ha leído el manifiesto redactado por todos los convocantes. Inés María Solomando ha sido la encargada de leer este texto y en él ha afirmado que "esta tragedia sí se podría haber evitado", a través de las dotaciones necesarias por parte de las Administraciones y evitar la externalización de estos servicios públicos.
Al mismo tiempo, reclaman "invertir más en recursos personales y técnicos; garantizar una adecuada gestión; promover una intervención social en condiciones de seguridad; y dignificar a los compañeros que trabajan en protección y reforma juvenil". Por ello, han exigido al gobierno de la región la "paralización de la externalización de servicios públicos; garantizar que nuestros compañeros puedan desarrollar sus trabajos en condiciones dignas y de seguridad; recursos humanos y técnicos y financiación suficiente" o el "reconocimiento de los profesionales como figuras de autoridad".
Tras la lectura de este manifiesto, varios minutos de aplausos y un minuto de silencio han honrado la memoria de Belén Cortés. Los más de 1.000 asistentes, entre ellos políticos municipales y autonómicos, han querido acompañar a la familia de la educadora social en el duelo por su pérdida.
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