Abascal fulmina a Monasterio y nombra a José Antonio Fúster nuevo presidente de Vox Madrid

Tras meses intentando arrinconarla, Santiago Abascal ha decidido este miércoles cesar a Rocío Monasterio como presidenta de Vox en Madrid. En su lugar ha nombrado a José Antonio Fúster, también portavoz de Vox nacional. La dirección del partido ha optado por mantener de momento a Monasterio como portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid, de modo que será aún ella quien este jueves pregunte a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Fúster, en cambio, es ya la persona elegida por Vox como portavoz en la comisión de investigación sobre los supuestos favores de la Universidad Complutense de Madrid a Begoña Gómez.

Monasterio lleva señalada mucho tiempo en Vox. La salida de Iván Espinosa de los Monteros -portavoz parlamentario, dirigente de referencia y marido de la líder madrileña del partido ultra- complicó su situación. Aunque en la formación aseguran que antes de la salida de Espinosa en la dirección nacional ya querían relevarla "por distintas razones", entre ellas, según distintas fuentes, que fuera una mujer "con voz propia y capaz de plantar debates internos". A eso se sumaba que Monasterio ocupa la plaza más difícil para Vox: compite de tú a tú con Díaz Ayuso, la dirigente más popular entre los electores ultra.

Varios intentos de relevo

En el entorno del Monasterio aseguran que la cúpula de Vox lleva arrinconándola meses. Lo intentaron justo después de las elecciones, en ese lapso en el que no se conocía aún qué iba a pasar en el Gobierno de la nación. Otras fuentes aseguran que ya hubo un intento en las elecciones europeas, proponiéndole marcharse a Bruselas en la lista. Ella "se revolvió" y declinó.

Su relación con Kiko Méndez Monasterio, principal asesor de Abascal, no es buena. Pero el tiempo pasaba -Espinosa de los Monteros salió hace más de un año del partido- y la decisión no llegaba. Ahora ha surgido una oportunidad, apuntan en el entorno de la líder madrileña, porque en el mes de noviembre debe renovarse la cúpula de Vox en Madrid.

Todo apuntaba, como ha adelantado el diario ‘El País’, a que la dirección nacional no la propondría para que continuase al frente del partido en la capital. Los estatutos de Vox, los últimos aprobados en 2023 entre muchas críticas por su escasa democracia y que se puede encontrar en su página web, indican que la dirección de un comité ejecutivo regional se debe renovar cada cuatro años. Cuando Monasterio se presentó hace cuatro años logró los avales necesarios y no tuvo rival, pero con las nuevas reglas en la mano la dirección nacional tiene todo el poder para nombrar y cesar a quien considere oportuno.

Madrid, plaza clave

En el caso de haber quedado como diputada rasa, la dimisión podría haber sido una opción, señalan en su entorno, pero tras conocer la decisión de la dirección nacional, que la mantiene de momento como portavoz y con el protagonismo frente a Ayuso cada jueves, esta opción puede quedar aparcada de momento.

Madrid es la región en la que más afiliados hay de Vox, aunque las cifras exactas no se conocen, sí se apunta en la formación que cerca del 20% del total se encuentran en esta Comunidad y aquí tienen un difícil rival en el PP, Isabel Díaz Ayuso. Controlar esta formación es clave para Vox y con Monasterio al frente la relación con la dirección nacional resultaba poco fluida.

Fuster, nuevo presidente

En marzo de este año, Fúster ascendió a la portavocía nacional cuando el vicepresidente y secretario general del partido entonces, Ignacio Garriga, dejó de ser la voz del partido en las ruedas de prensa de cada lunes para ser candidato a la Generalitat por tercera vez. Ahora el nuevo presidente de Vox en Madrid tiene varios altavoces con los que hacerse oír: el nacional como portavoz, sus intervenciones en la Asamblea de Madrid, cada vez más numerosas, y la comisión de investigación del parlamento autonómico creada por el PP sobre el supuesto trato de favor de la UCM a Begoña Gómez. Aunque en esta última el PP intentará limitar su protagonismo reduciendo, previsiblemente, el número de comparecencias que le corresponden a Vox, Fuster seguirá interviniendo en cada una de las sesiones.

En el parlamento autonómico, el nuevo presidente de Vox en Madrid ha defendido como portavoz adjunto la postura del partido de la ultraderecha en la modificación de la ley trans madrileña, aprobada el pasado mes de diciembre, medidas en contra del aborto y denunciado la ley de amnistía. Aunque centra sus intervenciones en ataques a la izquierda, no desaprovecha la oportunidad para criticar al PP o, por el contrario, aplaudirlos para recordarles que los de Ayuso se están apropiando de su ideario.