"Se necesita colaboración para intentar localizar a este vecino, si alguien le ha visto por favor que lo comunique. Es el yerno de Valeriano, marido de su hija Sofía: Luis Fernández Neila. En el momento de la desaparición vestía jersey gris oscuro, pantalón de chándal azul marino y creo que lleva gorro gris". Es el mensaje que ayer lanzó en las redes sociales el Ayuntamiento de Zarza de Montánchez cuando al mediodía supo de la ausencia en el domicilio del que todos conocen por Japo. Ayer sábado salíó a pasaear con su perro. Eran las 12.30. Desde entonces no ha regresado. Es un asiduo a la Churrería El Kiosco, situada en el número 39 de la calle Alameda. Unos metros más allá reside Luis. Precisamente hasta ese establecimiento acude todas las mañanas. Allí desayuna dos veces, porque "está loco por los churros. Incluso se los lleva para la tarde", explican vecinos que lo conocen y que están colaborando en su búsqueda de manera incansable. Casado, padre de dos hijos y abuelo de una nieta, el matrimonio reside en Trujillo pero desde que operaron a su suegro suelen pasar temporadas en Zarza de Montánchez. "Ahora llevan bastante tiempo aquí". Cuentan que anda un poco delicado, "tiene azúcar y a veces la memoria le falla. Pero es muy extraño lo que ha pasado porque siempre hace el recorrido de su casa a la churrería y nunca se ha extraviado", cuenta otro vecino visiblemente afectado. Es una búsqueda desesperada a la que se ha sumado la Guardia Civil. De hecho, hasta la zona acaba de llegar un servicio aéreo de la Benemérita, que se encuentra ya sobrevolando la zona como parte integral de la búsqueda de Luis, que tiene 65 años. Esta unidad colabora estrechamente con las patrullas terrestres y otros equipos especializados, permitiendo una cobertura amplia y una vigilancia detallada del terreno. Todo el pueblo se ha volcado. La Guardia Civil estuvo la noche entera de ayer buscando. Pero no hay rastro. A las ocho y media de la mañana, en la rotonda de la piscina el vecindario se ha reunido. Había más de 50 vecinos participando en la batida. "De momento no tenemos nada", asegura uno de ellos, que lleva desde ayer trabajando sin desmayo. En esa misma zona de la piscina municipal se encuentra desplegado el dispositivo de la Guardia Civil, que dirige uno de los oficiales de la compañía de Cáceres, de la que depende Zarza de Montánchez. "Estaremos todo el día. Hasta que lo encontremos", zanja mientras sigue pendiente de las noticias de sus compañeros, repartidos en siete patrullas. Más de una quincena de agentes desplegando, también el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas. "Cuando vienen los GEAS, malo", murmulla una vecina, que prefiere guardar el anonimato. No hay tiempo para el descanso: la familia, los voluntarios de Protección Civil, los de Cruz Roja, dos ambulancias y la Unidad Canina de los Bomberos del Sepei, con un jefe de salida, un conductor y dos de los perros de este servicio de la diputación cacereña, Aru y Bojrn. También se han desplazado agentes del parque de Badajoz. Todos a una. "No sabemos qué puede haber pasado. Nos parece muy raro. No somos capaces de encontrarlo", apunta un joven que forma parte del dispositivo. Hoy es domingo y en el pueblo hay movimiento. Unos turistas de Madrid miran extrañados a un coche de la Guardia Civi. Preguntan qué ha pasado mientras se dirigen a la encina Terrona, el rascacielos de Zarza de Montánchez, una visita obligada para los amantes de la naturaleza. Este majestuoso ejemplar tiene algo más de 800 años de vida y una envergadura de 17 metros de alto por 10 metros de perímetro. Es el árbol más destacado de la región y está considerada la encina más grande de España y posiblemente de Europa, por lo que está catalogada como un árbol singular. Cercada y apoyada en 15 muletas de acero para evitar que su tronco se rompa y concluya su largo ciclo biológico, también por sus alrededores hay agentes y voluntarios, que no quieren dejar una sola zona sin rastrear. También los bomberos participan en esta tarea: un jefe de salida, un conductor y dos perros, expertos en la búsqueda de personas. Entretanto, el trasiego en la churrería El Kiosco continúa y cruzan los dedos. "Ojalá que aparezca". La Guardia Civil de Cáceres continúa la búsqueda de Luis, hasta el momento infructuosa. Las batidas se desarrollan en este momento desde el aire, con el helicóptero de la Benemérita, que ha facilitado unas imágenes insólitas y espectaculares atravesando la zona del rio Tamuja. Mientras tanto, en tierra se mantiene una comunicación constante para dar con su ubicación lo antes posible.