Las recetas de David Gibello

Garbanzos a la carbonara

Sorprende a familiares y amigos con este plato que aúna tradición y creatividad con un emblema de la cocina italiana

Garbanzos a la carbonara

Garbanzos a la carbonara / David Gibello

David Gibello

David Gibello

Hoy traemos una receta que combina tradición y creatividad: ¡garbanzos a la carbonara! Este plato es perfecto para quienes buscan nuevas formas de disfrutar sabores clásicos. Pero primero, hablemos un poco sobre la fascinante historia de la salsa carbonara.

La salsa carbonara es un emblema de la cocina italiana, específicamente de Roma. Su origen exacto es objeto de debate, pero una teoría popular sugiere que fue creada por los carboneros (carbonai) de la región. Estos trabajadores necesitaban comidas sencillas y energéticas, y así nació la carbonara, hecha con ingredientes fáciles de transportar: pasta seca, huevos, queso y panceta o guanciale.

La receta se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados estadounidenses introdujeron el bacon y los huevos en Italia. Con el tiempo, la carbonara se ha adaptado y reinterpretado, manteniendo su esencia rica y reconfortante.

Ingredientes

  • 200 g de garbanzos de bote
  • Bacon o guanciale
  • Agua
  • 2 yemas de huevo
  • Queso parmesano o pecorino
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Modo de elaboración

Enjuaga bien los garbanzos con agua para eliminar la gelatina del bote.

Llena una cazuela con agua y llévala a ebullición. Añade los garbanzos y cocina durante 10 minutos. Luego, escúrrelos y resérvalos.

Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén. Añade el bacon picado y dóralo hasta que esté crujiente. Una vez listo, resérvalo, pero guarda un poco del aceite que soltó, ya que lo utilizaremos más adelante para darle un toque extra de sabor a la crema.

En un bol, mezcla las yemas de huevo. Coloca el bol sobre la cazuela caliente (con el fuego apagado) para que las yemas se templen ligeramente. Ralla el queso parmesano o pecorino y añádelo a las yemas junto con un poco del aceite del bacon, un poco del caldo de los garbanzos, y pimienta al gusto. Mezcla bien hasta obtener una crema espesa y homogénea.

Agrega los garbanzos y remueve suavemente hasta que estén completamente cubiertos.

Sirve los garbanzos en un plato y añade el bacon dorado por encima. Finaliza con un poco más de queso rallado para un acabado perfecto.

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