El Puebla y el parón de juego desesperan al Extremadura

Hay mucha liga en Tercera. El Extremadura, que parecía haber impuesto una marcha triunfal e infernal para sus rivales, vio truncada su racha de 10 victorias seguidas en el Municipal de Puebla de la Calzada, donde ganar en esta segunda vuelta es misión muy complicada. El tropiezo llegó en un partido atípico donde la lesión del árbitro principal alargó el choque durante más de una hora. 

El Puebla, que dio un cambio radical en juego y competitividad tras la llegada de José Enrique Pineda al banquillo, consiguió frenar al Extremadura a base de intensidad y saber competir mejor los duelos individuales. Ahí se hizo fuerte el equipo local, aunque el peaje físico estuvo a punto de pagarlo en los minutos finales 

La primera parte comenzó con un Puebla más enchufado. De hecho, en un balón largo al espacio, Anibal perdonó el primero tras una parada salvadora de Robador en el mano a mano. 

El Extremadura, muy incómodo por la telaraña azul tejida por los locales, sólo despertó casi a la media hora cuando Barace intentó un gol desde el medio del campo que parecía imposible. 

La mejor del Extremadura en el primer tiempo la tuvo Dieguito, que aprovechó una indecisión de los centrales en un balón largo para recortar a su par y disparar al lateral de la red con todo a su favor. De esas que no suele fallar. También lo intentó Fran Rosales desde lejos. Sin fortuna. 

El partido quedaría condicionado antes de arrancar la segunda parte. El colegiado Adrián González Caballero, que había sentido molestias en el gemelo durante los primeros minutos de partido, avisó a los entrenadores de que no podía salir a pitar en la segunda parte. Por momentos, merodeó la suspensión del partido, pero según el reglamento, el encuentro debería jugarse a pesar de esta circunstancia. Rápidamente, se llamó a un colegiado de Mérida para seguir y el auxiliar principal, Ruiz Rodríguez, tomó el mando del partido para pitar la segunda parte. Eso sí, el partido estuvo casi una hora parado por esta circunstancia.

Calentaron de nuevo los protagonistas y salieron enchufados en la segunda parte. Mejor esta vez el Extremadura, que empezó a volcar fútbol por la banda de Dieguito. Sinembargo, cuando empezó a tomar el timón del partido, en un error en la salida de balón de Núñez y un mal despeje de Robador, Abraham Pozo se encontró un regalo que transformó en gol en forma de vaselina. 

Reaccionó el Extremadura y lo empató a la salida de un córner botado por Dieguito y rematado a la perfección por Carlos Cordero. Justo premio. 

El partido fue una ruleta rusa en los últimos minutos y Tala, por dos veces, estuvo a punto de darle la victoria al Extremadura, pero sus remates no dieron con portería.

El líder se mantiene con un punto de ventaja sobre el Azuaga, pero la liga le avisa: el camino no será nada fácil.