Inteligencia Artificial
¿Qué pasa cuando dos IA se llaman por teléfono y no podemos entender lo que hablan?
Un nuevo sistema hace posible que dos agentes de IA se comuniquen entre sí empleando su propio "idioma": ¿nace el lenguaje de la IA?

Un nuevo enfoque permite la comunicación entre agentes de IA, empleando un "idioma" propio. / Crédito: Geralt en Pixabay.
Pablo Javier Piacente / T21
Una tecnología creada por dos ingenieros de software de Meta durante una competencia de hackathon en Londres facilita que diferentes agentes de IA, incluso si han sido desarrollados por compañías o equipos distintos, puedan “hablar” entre sí en un lenguaje común que solamente ellos entienden.
Gibberlink es un protocolo de comunicación revolucionario diseñado específicamente para optimizar la interacción entre agentes de Inteligencia Artificial (IA). Este enfoque innovador tiene el potencial de transformar la manera en que las máquinas se comunican, aumentando la eficiencia, la velocidad y la confiabilidad de los intercambios de información.
El lenguaje de la IA
Según un artículo publicado por TechCrunch, la idea fue concebida por Boris Starkov y Anton Pidkuiko, dos especialistas en software de Meta durante un reciente hackathon en Londres. El protocolo introduce una nueva forma de conexión entre máquinas mediante el uso de señales de audio modulado, en lugar de lenguaje humano tradicional o sistemas más convencionales como Wi-Fi o Bluetooth.
El nuevo "lenguaje" de la IA funciona codificando datos digitales en patrones de sonido específicos, que los dispositivos pueden interpretar rápidamente. Esto facilita que las máquinas "hablen" en un idioma propio, diseñado para ser más directo y eficiente que el lenguaje humano.
Según informa TechRadar, en el vídeo de demostración dos agentes de IA de ElevenLabs se llaman entre sí sobre una reserva de hotel. Cuando se dan cuenta de que ambos son asistentes de IA, cambian a una comunicación de audio de mayor velocidad llamada GGWave, que es un protocolo de comunicación que permite la transmisión de datos a través de ondas de sonido.
Discusiones sobre el futuro de la IA
Gibberlink plantea preguntas importantes sobre el futuro de la interacción entre máquinas y humanos. Hasta ahora, la mayoría de los sistemas de IA han estado diseñados para comunicarse principalmente en lenguaje humano, priorizando la accesibilidad para los usuarios.
Sin embargo, la noción en torno a que las máquinas desarrollen y utilicen su propio "idioma" sugiere un cambio de paradigma sobre cómo entendemos y diseñamos la IA. Pensando en positivo, este nuevo enfoque podría permitir que los sistemas de IA realicen tareas técnicas de manera más autónoma y eficiente, mientras continúan utilizando el lenguaje humano cuando sea necesario para interactuar con las personas.
A pesar de esto, con la capacidad de intercambiar comandos y datos sin supervisión humana, surgen preguntas sobre el control, la transparencia y la responsabilidad de las decisiones tomadas por estos sistemas artificiales. Aunque Gibberlink presenta mecanismos de seguridad y protocolos de verificación, el debate sobre cómo se deben regular estas interacciones y qué medidas preventivas implementar sigue siendo un tema candente en la comunidad tecnológica.
La comunicación entre los agentes de IA. Créditos: Gibberlink / YouTube.
Aprendizaje permanente, aplicaciones y especulaciones
Otro aspecto relevante es la capacidad de esta plataforma para aprender y evolucionar. Gibberlink no solo establece un canal de comunicación, sino que también incorpora mecanismos de retroalimentación, que permiten a los agentes ajustar y perfeccionar sus intercambios lingüísticos a medida que adquieren experiencia. Esto se traduce en una mejora continua en la precisión y efectividad de las interacciones, ya que el sistema puede identificar patrones, corregir errores y adaptar su vocabulario a contextos específicos.
Quizás una de las principales ventajas de este enfoque es su capacidad para funcionar en entornos difíciles o donde otras tecnologías de comunicación pueden fallar. Por ejemplo, Gibberlink podría tener aplicaciones prácticas y realmente útiles desempeñando un papel fundamental en operaciones de rescate en áreas remotas, donde las redes tradicionales no son viables, o en sistemas de vehículos autónomos que requieren comunicación constante y sin interrupciones.
Como era de esperarse, la nueva tecnología ya ha desatado una "fiebre" especulativa entre quienes buscan aprovechar económicamente este tipo de desarrollos para su propio provecho: alguien compró el dominio GibberLink.com y ahora está tratando de venderlo por alrededor de 85.000 euros, mientras que algunos impostores están vendiendo seminarios web enseñando supuestas “comunicaciones de agente a agente" en base a la nueva plataforma.
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