Entrevista | Juan Vázquez Presidente de la Federación de Asociaciones del Pueblo Gitano Extremeño

El presidente de la federación gitana sobre el tiroteo en Plasencia: "Se está demonizando a todo un pueblo por unos pocos"

Juan Vázquez analiza lo ocurrido en San Lázaro y reflexiona sobre la situación del pueblo gitano

Juan Vázquez (derecha) sobre el tiroteo en Plasencia: "se está demonizando a todo un pueblo por unos pocos"

Juan Vázquez (derecha) sobre el tiroteo en Plasencia: "se está demonizando a todo un pueblo por unos pocos" / Andrés Rodríguez

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Plasencia

¿Cómo se siente por lo ocurrido en San Lázaro, el tiroteo y la muerte de una niña?

Con una profunda tristeza. Nadie quiere vivir estas tragedias, y menos cuando hay una criatura inocente de por medio. Pero también con indignación, porque esto no es representativo de todo el pueblo gitano. Duele mucho que el esfuerzo diario que hacemos por nuestros hijos y la sociedad se vea ensombrecido por hechos tan dolorosos.

Los vecinos de Plasencia consideran que San Lázaro es un gueto donde solo hay droga. ¿Son todos sus vecinos delincuentes?

Rotundamente no. Eso es una generalización injusta. Desde la Federación llevamos años trabajando con discreción pero con firmeza para que nuestros niños estudien, para que el valor principal sea la educación. San Lázaro no es un gueto, es un barrio donde hay familias que luchan cada día. No todo lo que pasa es responsabilidad del pueblo gitano, y mucho menos de toda la comunidad.

Pero dado lo ocurrido, los placentinos entienden que es una zona peligrosa con un continuo el trasiego de toxicómanos…

Lo entendemos, pero no lo compartimos como una verdad absoluta. El problema de San Lázaro no es solo gitano, es social, estructural, multidisciplinar. No se puede mirar solo una parte del problema. Hace falta intervención coordinada y profesional por parte de todas las instituciones. Y si faltan recursos, que los pongan. Para eso pagamos impuestos: para construir futuro, no para destruir vidas.

Los incendios y vandalismo después del tiroteo tampoco ayudan a mejorar la imagen

Nadie lo niega, pero también hay que mirar el origen del dolor y de la rabia. No lo justificamos, por supuesto, jamás, pero tampoco podemos seguir abordando esto como un tema únicamente policial o mediático. ¿Dónde están los psicólogos, los trabajadores sociales, los educadores, los programas de intervención, cuántos hay, conoces los resultados, los avances? Hace falta más humanidad y menos estigmatización.

Juan Vázquez (en la delegación del Gobierno), sobre el tiroteo: "se está demonizando a todo un pueblo"

Juan Vázquez (en la delegación del Gobierno), sobre el tiroteo: "se está demonizando a todo un pueblo" / Delegación del Gobierno

¿La ley gitana dice que, en estos casos, la familia de los autores debe ser desterrada?

La llamada ley gitana es parte de una cultura que lleva siglos existiendo, pero no podemos juzgar todo por ese prisma, nosotros evitamos enfrentamientos. Nosotros promovemos el diálogo, el entendimiento, la justicia legal. La ley que debe prevalecer es la del Estado de Derecho. Alguien conoce que hemos tenido un programa de mediación familiar durante el tiempo que pudimos asumir con alumnos de academias y universidad?

¿Y que las casas de los autores pasen a la familia afectada?

Eso no tiene ninguna base legal ni es una norma general en nuestra comunidad. Hay mucho mito. Lo que sí hay es dolor y ganas de buscar justicia. Pero eso le corresponde a los tribunales.

La asociación ha dicho muchas veces que San Lázaro está desatendido

Así es. No hay servicios básicos adecuados, las calles están abandonadas, la limpieza brilla por su ausencia. Si un barrio se margina, el abandono genera más problemas. Y no se puede esperar civismo donde no hay presencia institucional. ¿Qué ejemplo damos a los niños si ven que su barrio no importa?

El ayuntamiento dice que lo arreglado se destruye al poco tiempo, que tienen miedo

Eso puede pasar, pero también hay que preguntarse por qué ocurre. No podemos tratar a los barrios como territorios perdidos. Si hubiera un trabajo constante, de presencia diaria, con profesionales preparados, verían cómo las cosas cambian. La solución no es el abandono, es la implicación. Nosotros hemos aportado propuestas. Con el miedo no solucionamos nada. Debe haber gente que se atreva, pero que se atreva en todos los ámbitos no sólo en el municipal. Yo hubiera podido decir que no a esta entrevista. No contamos todo lo que hacemos, porque nada es fácil, pero alguien lo tiene que hacer y necesitamos manos. De nada sirven sólo cuando ocurre una tragedia, las necesitamos en el día a día.

"Nos importan los niños, porque queremos libros y no armas. Pero solos no podemos"

Juan Vázquez

— Presidente de Fapugex

El programa Crisol ha incluido a San Lázaro ¿Cree que servirá?

Todo paso en positivo es bienvenido. Pero hace falta continuidad, compromiso real. Nosotros llevamos años trabajando sin salir en la foto, porque nos importan los niños, porque queremos libros y no armas. Pero solos no podemos.

Muchos piensan que la droga se hereda de padres a hijos, que nadie quiere trabajar en otra cosa

Eso es falso y muy peligroso. Generalizar es el primer paso del racismo. La mayoría de las familias quieren otra vida para sus hijos. Nosotros luchamos por que estudien, por alejarlos de esas dinámicas. Pero sin oportunidades reales, sin formación, sin empleo… ¿qué opción les damos?

¿La mayoría de los gitanos se dedican a la droga o son una minoría?

Una minoría, como en los payos. Como en cualquier otra comunidad. Pero cuando lo hace una persona gitana, parece que se refleja en todos. Eso no es justo. Hay gitanos trabajadores, estudiantes, sanitarios, universitarios. ¿Por qué no se habla de ellos?

¿Cree que con estos sucesos se daña la imagen del resto?

Por supuesto, y es profundamente injusto. Se está demonizando a toda una comunidad por los actos de unos pocos. ¿Acaso cuando alguien de otra etnia comete un crimen se juzga a todos los suyos?

¿Cuántos viven en Plasencia?

Aproximadamente unos 1.500. La mayoría gente honrada, trabajadora, que quiere paz.

Se desconfía al ver coches caros o casas grandes

Esa desconfianza parte del prejuicio. Hay gitanos que han prosperado con negocios legales, con trabajo duro. Y hay que respetarlo como se respeta en otros casos.

Juan Vázquez (centro), en una exposición sobre el pueblo gitano en Plasencia.

Juan Vázquez (centro), en una exposición sobre el pueblo gitano en Plasencia. / TONI GUDIEL

Muchos denuncian racismo ¿Siente que lo hay?

Sí. Lo vivimos cada día. Y hechos como el de San Lázaro aumentan el estigma. Pero el racismo no se combate solo con leyes, se combate con educación, con visibilidad, con empatía.

¿Se han planteado alzar la voz para defender su trabajo alejado de la droga?

Siempre lo hemos hecho, aunque sin cámaras. Lo hacemos con hechos, con proyectos, con el apoyo a los niños. No buscamos publicidad, buscamos justicia y respeto.

¿Los gitanos podrían hacer algo más para acabar con el racismo?

Siempre hay margen para mejorar. Pero esto no es solo una responsabilidad del pueblo gitano. Es una responsabilidad compartida: de los medios, de la educación, de la política. No somos el problema, somos parte de la solución.

"Criminalizar a una comunidad entera no soluciona nada"

Juan Vázquez

— Presidente de Fapugex

¿Por qué cree que existe?

Por desconocimiento, por miedo al diferente, por años de discriminación histórica. Pero estamos en 2025. Ya va siendo hora de cambiar el chip. Ayer conmemoramos el 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la península, 600 años debe ser un punto de inflexión, también en Plasencia

¿Plasencia es una ciudad peligrosa por culpa de los gitanos?

No. Es una ciudad con problemas, como cualquier otra, pero también con gente maravillosa. Criminalizar a una comunidad entera no soluciona nada.

¿Tiene solución esta situación a corto plazo?

Sí, si todos hacemos nuestra parte. Las instituciones, los profesionales, las asociaciones. Si cada uno cumple con su función, esto cambia. Pero hay que trabajar juntos. Y si hacen falta más recursos, que se pongan. Porque el futuro de nuestros hijos lo merece.

¿Algún mensaje a la población?

A la gente de Plasencia y de toda Extremadura: no nos juzguéis por prejuicios. Tendemos la mano para trabajar juntos, por la paz, por la convivencia y, sobre todo, por la educación. Nuestros niños no quieren violencia, quieren libros. Y nosotros estamos aquí para dárselos, aunque el camino no sea fácil.

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