El juez del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Plasencia ha dictado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para seis de los nueve detenidos inicialmente por el tiroteo ocurrido en el barrio de San Lázaro de Plasencia en la madrugada del domingo, en el que murió una niña de dos años. Por otro lado, y, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, ha dejado en libertad, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado, a otros tres investigados. El juzgado ha abierto diligencias por un delito de homicidio, cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones y, tenencia ilícita de armas. La instrucción sigue abierta. Según ha podido saber este periódico, la Fiscalía había solicitado la prisión provisional para todos los detenidos, sin embargo, el juez ha optado por enviar a la cárcel únicamente a los 6 detenidos que pertenecen a la familia que reside en San Lázaro porque a los 3, dos familiares y un amigo, de la familia de Gabriel y Galán, es a quienes ha dejado en libertad. El motivo es que, no se ha podido probar que estos últimos llevaran y, por tanto, utilizaran armas, con lo que se les imputarían delitos de amenazas y riña tumultuaria. En el caso de la familia de San Lázaro, sí les imputarían un delito de tenencia ilícita de armas, pero también de homicidio imprudente, por la muerte de la pequeña; homicidio o asesinato en grado de tentativa, por los disparos realizados contra el coche en el que viajaba la familia de Gabriel y Galán, conocidos como los 'Hilarios', con un amigo; un delito de lesiones, por la herida en el pie de la joven y otro de riña tumultuaria. Por otro lado, este miércoles está previsto que pasen a disposición judicial los otros dos detenidos, de 28 y 29 años, uno de los cuales se ha entregado voluntariamente. Se trata de dos amigos de la familia de los Hilarios. De esta forma, dado que las versiones sobre lo ocurrido eran contradictorias, lo que la policía ha podido confirmar hasta ahora es que quienes dispararon fueron los familiares de San Lázaro, mientras que los de Gabriel y Galán no utilizaron armas. Según los familiares de la niña fallecida, fue una bala perdida la que atravesó un cristal de la casa donde se había refugiado la pequeña. Una, la que le provocó la muerte, le dio en la cabeza, y otra en una muñeca. La pequeña estaba en la calle, en un puesto familiar de chucherías, cuando comenzó el tiroteo y los vecinos huyeron a refugiarse.