Patrimonio histórico

Medellín protege su teatro romano

La proliferación de eventos en el recinto ha llevado a la Consejería de Cultura a elaborar un protocolo para evitar el deterioro del monumento

Incluye el uso de cuerdas, lonas para los mármoles y la prohibición de comer y fumar

Vista del teatro romano de Medellín, excavado en 2008 en la ladera del castillo.

Vista del teatro romano de Medellín, excavado en 2008 en la ladera del castillo. / EL PERIÓDICO

Mérida

En la ladera situada bajo el castillo medieval de Medellín aparecieron en el año 2008 los primeros restos de un teatro romano que sorprendía a los investigadores por el estado de conservación casi perfecto de sus piezas: basas, fustes, capiteles, arquitrabes y, debajo de ellos, las primeras esculturas, como togados y partes de figuras humanas, que podían representar a la familia imperial de la época. Dieciséis años después, la puesta en valor de los restos ha permitido volver a explotar el teatro hasta tal punto que la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte de la Junta de Extremadura acaba de aprobar un protocolo de actuación para que el uso del recinto sea «lo más respetuoso posible».

El objetivo: «equilibrar la preservación del patrimonio con su uso cultural», explican fuentes del Gobierno regional. Y es que, cada año se incrementa el uso de inmuebles y monumentos históricos como teatros romanos, castillos, yacimientos y palacios, para la realización de diversos eventos y actividades, como representaciones teatrales y conciertos. Ante esta creciente tendencia, se han establecido una serie de medidas específicas orientadas a proteger los monumentos más utilizados en eventos, como es el Teatro Romano de Medellín, que es una de las subsedes del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y, recientemente, sede del festival de música ‘Metfest’.

Requerimientos a empresas

Para asegurar la preservación del Teatro Romano de Medellín, la Junta de Extremadura señala que «se ha mejorado la coordinación» entre el ayuntamiento de la localidad y la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, y se ha requerido a los promotores la entrega previa de documentación detallada sobre las actividades previstas, incluyendo instalaciones, equipos, personal, seguros de responsabilidad civil y otros aspectos relevantes.

Una vez recibida esta documentación, el Ayuntamiento de Medellín evalúa el estado de las instalaciones y la Dirección General establece medidas de preservación del monumento, entre las que se incluyen «la cubrición con geotextil de los mármoles en la parte inferior de la cávea del teatro y el uso de láminas de goma y entarimado de madera para proteger los vestigios del pavimento original», según explica la Junta de Extremadura en nota de prensa.

Asimismo, se prevé la colocación de postes y cuerdas frente a las exedras del muro del frontón y áreas con pinturas originales para evitar su contacto, la supervisión y control presencial durante los montajes, desarrollo y desmontajes de eventos y el control del personal de sala para permitir solo la entrada de botellas de agua y evitar acciones vandálicas o fumar.

La intención con la creación de este nuevo protocolo de uso respetuoso del monumento es «ayudar a las empresas que se acercan al patrimonio desde la cultura puedan adaptar adecuadamente las escenografías siguiendo unas instrucciones básicas que redunden en la protección monumental», se señala. «De este modo, la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural promueve la llegada de la cultura a diversas localidades de Extremadura sin comprometer el legado histórico-cultural», dice la Junta. 

Más antiguo que el de Mérida

Medellín fue una colonia romana en Lusitania creada por Quinto Cecilio Metelo y de aquella época quedaron las ruinas que en los años 70 vio el arqueólogo Mariano del Amo. Era el graderío del teatro que ahora es el centro de atención del municipio y sus alrededores. Entonces se pensó que allí «no había nada», hasta que en mayo de 2007 comenzaron las excavaciones arqueológicas impulsadas por la Junta de Extremadura y el Instituto de Arqueología de Mérida.

Las investigaciones realizadas apuntan que el teatro es de los primeros que construyeron los romanos, concretamente en la época Augustea, de finales del siglo I a. de C., con lo que sería anterior al teatro romano de Mérida, unos 40 años más antiguo y de menor extensión. Como los teatros romanos más tempranos, el de Medellín tiene influencia helenística, se sitúa en un lugar elevado y en pendiente.

Una cripta separa la cávea media del resto de la zona reservada para el público y un arco, al que sigue un pasillo, es el que lleva a la cávea central. La gran sorpresa de estos trabajos no fue el yacimiento en sí, sino el magnífico estado de conservación. El antiguo edificio tuvo la suerte de que, después de ser derruido, no fue ocupado por ningún otro asentamiento durante siglos. 

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