Fútbol. Segunda Federación

Los 14 (+1) del entorno de Julio Cobos en el Cacereño

El técnico resalta el papel de su cuerpo técnico en los éxitos del equipo al tiempo que da a entender que el rendimiento de los jugadores es mayor al esperado

El cuerpo técnico, con algunas ausencias como las de Manuel Mangut, 'Manolete' o Marcos Maynar, con Julio Cobos en la foto oficial del club el pasado marzo.,

El cuerpo técnico, con algunas ausencias como las de Manuel Mangut, 'Manolete' o Marcos Maynar, con Julio Cobos en la foto oficial del club el pasado marzo., / CP Cacereño

José María Ortiz

José María Ortiz

Cáceres

«Son los jugadores. No sólo es el entrenador. Es también un buen cuerpo técnico, hay un segundo entrenador, un analista… no es solamente Julio Cobos. Si no te rodeas de buena gente, de gente que te va a ayudar, es muy difícil». Las palabras del técnico del Cacereño, tras el 3-1 al Conquense, eran significativas de la ‘piña’ que es el vestuario y la figura de su líder, pero también de algo más. 

El preparador del decano ha querido lanzar un mensaje global a modo de agradecimiento dentro de su círculo cercano, en el que se pueden incluir 14 nombres. Y todo ello, en el contexto del que le está llevando a firmar los mejores números de sus dos épocas en el banquillo del club, la sexta consecutiva en esta última.

Bordallo, mano derecha plenipotenciaria

Hoy Cobos no admite discusión y ha acallado el debate sobre la efectividad de su labor, pero el éxito de la clasificación para la Copa y la más que probable cita con el ‘playoff’ de ascenso tiene más nombres, recordó. Con el de Valdehornillos está, como referencia de su confianza y complicidad, alguien que no figura en el cuerpo técnico. Se trata del director deportivo, Francis Bordallo, encargado de la confección de la plantilla y los dos últimos años también marcando la línea informativa de la entidad en cuanto al contacto de los futbolistas con los periodistas. 

Es evidente que su labor ha sido exitosa en los fichajes al tiempo que especialmente discutida en la política con los medios de comunicación, principalmente con este diario, al que ha coartado y limitado en su cometido. El técnico y el club, en cualquier caso, le tienen, un año más, como piedra angular del proyecto, en el que cada temporada ha ido acumulando más poder. Su figura y libertad de movimientos resulta verdaderamente indiscutible.

Muy clave en la estructura es también Alex García, el exjugador verde asentado como ayudante desde que colgó las botas cuando era conocido como Collantes. De él hablan todos de manera excelente, al igual que del preparador físico, Alberto Muñoz, otra pieza clave del puzle que cumple su sexto año en el decano extremeño.

Alberto Tienza, de una familia de estirpe de muy buenos futbolistas y que se ha incorporado esta temporada, es el entrenador de porteros; Manuel Mangut, ‘Manolete’, es el analista tan valioso al que Cobos hizo su particular guiño el domingo; como médico figura Marcos Maynar, aunque en la foto oficial del club no está; Íñigo Sarratea, hijo de Juan Sarratea, leyenda del club, del que fue un inolvidable lateral derecho, es el fisioterapeuta; Juan Ordóñez, el encargado de material y Benito Molano, ayudante de material; Borja Sanabria, readaptador; Fidel Valle, exárbitro, es el delegado de equipo, también de máxima confianza; al igual que Alejandro Medina y José Tomás Romero, que han ejercido como los delegados de campo.

Hay alguien especialmente importante, y no solamente para Cobos, sino para el presidente, Carlos Ordóñez. Se trata de José Pedro González, ‘hombre para todo’ en el club, y no sólo en esta etapa, sino con directivas anteriores.

«Para mí lo más importante son los futbolistas. De todos los años en los que yo he estado, es el equipo que más incógnitas te puede crear. No son jugadores tan consagrados la mayoría, pero el rendimiento sigue siendo muy bueno. Hay que seguir por la misma línea, que no se cansen de ganar y a continuar para adelante», insiste el Cobos más coral. Mientras tanto el mensaje sigue siendo diáfano. «No hay que quedarse con las 17 victorias. Que no se cansen de ganar», repite.

Álbumes agotados

Por su parte, la felicidad es también global en otros detalles que rodean a la entidad. Los 300 álbumes de la colección de cromos de los jugadores del Cacereño en un proyecto conjunto entre la fotógrafa y creadora Vanessa Pavón; su padre, César Pavón (otro de los hombres que podría incluirse en el círculo cercano a Cobos por su excelente relación con los futbolistas) y el club se han vendido en un plazo inferior a cinco días. 

Ello ha hecho que sus impulsores hayan acordado hacer una nueva edición, que saldrá a la venta en los próximos días. Todo ello, en un contexto de absoluta felicidad. 

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