Gracias a la rápida intervención de dos agentes de la Policía Local de Cáceres, se ha logrado evitar una tragedia. Este pasado miércoles 23 de abril, un perro que sufría un brote de epilepsia estuvo a punto de precipitarse desde un quinto piso tras quedar encajado entre los barrotes del balcón, con medio cuerpo fuera.
