Opinión | Miel, limón y vinagre
Mapi León, la mano en aquello
Sin proponérselo, la jugadora envuelta en polémica por tocar los genitales a una rival ha dado un gran paso hacia la igualdad de género en el deporte. Ya no solo dicen las mismas naderías que los hombres, también cometen las mismas estupideces

Mapi León. / EPE
Mapi León no había nacido cuando en la temporada 91/92, Míchel, el eterno 8 del Real Madrid que popularizó el carril que lleva su dorsal (‘el carril del 8’), le tocó los genitales a Carlos Valderrama, legendario 10 del Valladolid y de la selección colombiana.
Fue a la salida de un córner. El lenguaje del fútbol: de un córner se sale, nunca se entra, el fútbol es así. Los saques de esquina los carga el diablo. Hay agarrones, empujones, exabruptos, pisotones, besos al aire y algún tocamiento. El córner es el cuarto oscuro de un club de parejas. Contaba un exdefensor de Primera División que para cubrir los saques de esquina del Madrid e impedir que Hugo Sánchez golpeara el balón de cabeza, aquel le pisaba en el momento del remate para evitar el salto del mexicano. Cuentan algunos jugadores que lo que pasa en un córner no ocurre en ningún otro lugar del planeta y no trasciende lejos del campo, como si el Bernabéu o un patatal de alevines fueran un trampantojo de Las Vegas y lo que allí ocurre allí se queda.
Los segundos previos al saque de esquina recuerdan a una pachanga, no tanto a un derbi, a un clásico o como se quiera llamar a los partidos con épica. A Hugo, leí una vez, llegaron a pincharle con un alfiler en el culo en el momento de armar la pierna contra la portería. En otro lance, al de Ciudad de México, que se sacó el título de odontólogo mientras ganaba ligas con la Quinta de Buitre, le partieron un diente y siguió jugando. Le llamaban El Macho. Sin darle importancia, El Macho sentenció: "El fútbol es un juego de hombres".
Ya no. María del Pilar León Cebrián (Zaragoza, 29 años), defensa del FC Barcelona, es noticia estos días —coincidiendo con el juicio a Luis Rubiales por el beso no consentido a Jenni Hermoso— por tocarle los genitales a la colombiana del Espanyol Daniela Caracas (Cali, 27). Otra vez un córner. Lo niega la primera ("No hay ningún tocamiento de zona íntima ni mucho menos intención de ello (…). Es un simple lance del juego") y lo asegura con vehemencia el Espanyol: "No hay más ciego que el que no quiere ver". En las imágenes se aprecia que Mapi León dirige su mano a la entrepierna de Caracas. Las autoridades deportivas decidirán —en caso de que decidan— si es muslo u otra cosa lo que Mapi toca mientras le pregunta si tiene picha. Hay quien dice ‘picha’ en 2025 y lo que pasa en un córner ya no se queda en el campo.
Sin proponérselo, Mapi León ha dado un gran paso hacia la igualdad de género en el deporte. Las jugadoras ya no solo verbalizan las mismas naderías que los hombres, también cometen las mismas estupideces. Míchel y Valderrama. León y Caracas. Tocamientos y besos. Maradona y Caniggia. Stoichkov y Koeman. El equipo ruso de relevos de 4x400 en el Mundial de Atletismo de 2013.
Picha, lance, gesto, zona íntima, piquito, la verdad es que, partido a partido. Cualquier perífrasis vale con tal de no llamar a las cosas por su nombre. En Portugal, durante la dictadura de Salazar, se dictó en Lisboa una ordenanza contra los contactos en público que establecía una tabla sancionadora tan meticulosa en los detalles como pudorosa en la comisión del delito. Lo cuenta el periodista Antonio Costa en su libro Era proibido. Decía así: "Mano en mano, 2,50 escudos. Mano en aquello, 15. Aquello en la mano, 30. Aquello en aquello, 50. Aquello detrás de aquello, 100. Lengua en aquello, 150 escudos de multa, detención y fotografía [de los infractores, se supone, no del aquello]". Corrió el falso viral de que la normativa fue replicada años después por el ayuntamiento mallorquín de Sa Pobla.
Recuerda Míchel aquel partido en el Bernabéu: "Hubo problemas con Valderrama. Él le dijo a Prosinecki: ‘Me vas a tocar...´. Yo le comenté que él no había sido, sino Fernando Hierro, y entonces me contestó: ´Tú también me los vas a tocar´, a lo que le respondí: ´Yo sí te los toco’". Se lo contó a Bertín Osborne, otro pura sangre de la testosterona.
Mapi León, aseguran quienes la conocen, es una mujer de carácter, con las cosas claras, muy competitiva y con personalidad. Renunció a la Selección antes de ganar el Mundial por el enfrentamiento de varias jugadoras con el exentrenador Jorge Vilda. Es la única de aquellas 15 que no ha querido volver. Convertida en símbolo LGTBI, fue una de las primeras futbolistas en hacer pública su condición sexual.
Está considerada una de las mejores centrales de Europa. Apoyó sin fisuras a Jenni Hermoso y ha condenado el ‘acoso’ a Caracas en las redes sociales. Le gustan los tatuajes. El más llamativo es el que luce en el cuello: Looks can be deceiving (Las apariencias engañan). La gracia le costó a Míchel una sanción de 30.000 euros al cambio actual. A veces las apariencias son lo que son: 15 escudos en Lisboa o 1.500 pesetas en Sa Pobla.
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