Ofensiva contra Maduro

Trump aplicará aranceles del 25% a los países que compren petróleo y gas a Venezuela

La medida se suma a la revocación de la licencia que permitía a Chevron operar en el país sudamericano

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. / ANDRÉS GONZÁLEZ / DPA

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Buenos Aires

Pese al funcionamiento del acuerdo bilateral para la repatriación de migrantes deportados, Donald Trump dio este lunes más pistas de su decisión de acorralar a Nicolás Maduro. Contra lo que esperaban medios como 'The Wall Street Journal', que había sugerido la posibilidad de un restablecimiento de la licencia de Chevron para operar en territorio venezolano, el presidente de Estados Unidos anunció que aplicará aranceles del 25% a los países que compren su petróleo y gas. "Venezuela ha sido muy hostil con Estados Unidos y las libertades que defendemos", explicó.

La advertencia fue lanzada a aquellos países que importan crudo venezolano y también exportan a EEUU. La razón de esta medida es, según Trump, que "Venezuela ha enviado a Estados Unidos, de forma deliberada y engañosa, a decenas de miles de delincuentes de alto rango y de otros tipos, muchos de los cuales son asesinos y personas de naturaleza muy violenta". El magnate republicano aludió específicamente a la banda Tren de Aragua, "designada como organización terrorista extranjera". Washington realiza una "gran tarea" al "devolverlos" a Venezuela. Parte de los deportados han sido enviados a una cárcel de máxima seguridad de El Salvador. Sus familiares aseguran que eran simples migrantes sin ningún tipo de relaciones con bandas delictivas.

El madurismo enfrenta un escenario que parecía haberse despejado de las peores amenazas a partir de la visita a Caracas de un enviado especial de Trump, Richard Grenell, quien llegó a reunirse con el propio Maduro. Nada sucedió como pensaba el presidente, quien llegó a proponer una "agenda cero" con la Casa Blanca que dejara atrás las desavenencias de los últimos años. Primero llegó el anuncio de que Chevron debe abandonar Venezuela a comienzos de abril. Su salida tendrá un alto impacto en la economía. Venezuela esperaba este año percibir 3.000 millones de dólares por la actividad de la multinacional norteamericana. Chevron había retornado su actividad gracias una autorización de la Administración de Joe Biden con el propósito de crear mejores condiciones para las elecciones de julio del año pasado. Un objetivo que, sostiene Washington, no pudo cumplirse con la cuestionada reelección de Maduro.

El Palacio de Miraflores respondió al anuncio de la partida de Chevron con un plan para aumentar la producción y el intento de seducir a otras petroleras extranjeras para que hagan pie en Venezuela. La estatal PDVSA se proponía, al igual que en 2019, cuando Trump, durante su primer mandato, impuso duras sanciones, vender su producción a precios más accesibles. El paso que acaba de dar el multimillonario complica más el horizonte del Gobierno: será mucho más difícil conseguir compradores del crudo venezolano.

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