Entrevista | Arizona Baby Banda de música

"Estamos hartos de ver cómo artistas a los que admiramos mueren jóvenes por suicidio o sobredosis"

El fronterizo trío se presenta esta noche en Murcia dentro de la gira de presentación de su último disco, el celebrado 'Salvation', y en el marco del quince aniversario de su exitoso 'Second to none'

Arizona Baby.

Arizona Baby.

Ángel H. Sopena

Murcia

Arizona Baby vuelven a Murcia. Tras más de una treintena de fechas en 2024, la gira Salvation se extiende con nuevas fechas antes de los festis de verano. Regresan a la carretera sin pantallas, sin coreografías, sin fuegos de artificio, con un álbum que supera los 150.000 streams sólo en Spotify. Verdades como puños y conciertos imprevisibles, al borde del caos, en los que todo es posible.

Con Salvation (2023) bajo el brazo, Corizonas, su banda paralela, sacarán nuevo material este año, y además están celebrando el decimoquinto aniversario de su exitoso Second to none (2009), para el que preparan una serie de conciertos especiales (el primero será el 14 de junio en las Noches del Botánico, en una velada compartida con Morgan). Es que Arizona Baby no paran, viven en gira constante, como Dylan.

Salvation, por cierto, es puro Arizona… "y Arizona está aquí para salvarte", dicen, reafirmando su condición de últimos mohicanos del rock a la vieja usanza. De ello charlamos con Javier Vielba, cantante, doctor en Filología Inglesa y especialista en Literatura Americana, que parece salido de Jefferson Airplaine. Este grupo tiene una alquimia especial.

Salvation marca un regreso a vuestras raíces sonoras. ¿Qué os impulsó a volver a ese sonido más crudo y directo?

En 2023 cumplimos veinte años como banda, y quisimos celebrarlo con un disco nuevo en el que se potenciasen al máximo los rasgos característicos de Arizona Baby. Salvation conecta mucho con nuestros dos primeros discos: Songs to sing along (2005) y Second to none.

¿En qué os inspiráis para componer? ¿Hay algún tema recurrente?

Un poco de todo: literatura, cine, cómic, comedia, otras músicas, viajes, experiencias personales, charlas nocturnas entre cervezas, amoríos… La vida misma. Exploramos las grandes cuestiones universales, ya que no nos gusta que nuestras canciones tengan fecha de caducidad. Buscamos la atemporalidad esgrimiendo filosofía básica.

¿Las figuras de Ennio Morricone y Ry Cooder siempre en el horizonte?

Morricone y Ry Cooder están ahí en nuestro santoral, por supuesto. Pero también muchos otros artistas y bandas: somos melómanos empedernidos, y, por lo tanto, tenemos gustos muy abiertos.

¿Os han servido estas canciones como terapia? ¿Había muchas heridas que curar?

No creemos mucho en los mitos del artista atormentado, hay mucho postureo con eso. Algunas entrevistas que se leen por ahí son tan delirantes como sonrojantes. Precisamente porque somos de la generación X y crecimos en pleno apogeo del grunge, estamos hartos de ver cómo artistas a los que admiramos y que nos han inspirado mueren jóvenes por suicidio o sobredosis. Nos rebelamos contra todo ello. Hacemos música porque nos hace felices y nos mantiene humanos. Queremos celebrar y potenciar esa alegría de vivir. ¡Larga vida al humanismo!

¿Cómo ubicas Salvation respecto a la discografía de Arizona Baby? ¿Queríais hacer un disco continuista ?

Rupturista con Sonora (2018) y Secret fires (2014), continuista con Songs to sing along y Second to none. Es un álbum de autorreivindicación y consolidación de los códigos arizónicos. Ahora ya podemos volver a experimentar en el siguiente disco.

Salvation está grabado todo en directo. ¿Ese era el objetivo? He leído que en la grabación del disco rondaba el espíritu del Laurel Canyon de los setenta. ¿De qué manera ha influido aquella escena en estas canciones?

Es que el estudio en el que grabamos el disco es una casa de campo a las afueras de Sevilla (estudio La Mina, ahora reubicado en un enclave similar a las afueras de Granada). Es de los años sesenta o setenta, y parecía que iba a aparecer Charles Manson en cualquier momento por la puerta, rollo Érase una vez en... Hollywood (Quentin Tarantino, 2019) total. Si a eso le unes que nos flipa toda aquella escena folk-rock-hippie, pues ya ves... Salvation está grabado en directo, tocando los tres juntos a la vez en el estudio, pero exactamente igual que todos nuestros otros discos. Nunca hemos grabado por pistas (salvo algunos arreglos extra, especialmente en Secret fires y Sonora), ni hemos usado claquetas. Nuestra música ha de ser humana y orgánica. Las canciones han de respirar.

¿Cómo combináis el rock con influencias más acústicas y tradicionales? ¿Sentís que esto os distingue de otras bandas del género?

Sí, yo creo que el formato y las sonoridades de Arizona Baby, muy basadas en las guitarras acústicas, las percusiones y las armonías vocales, dotan al grupo de una personalidad única. Además, incorporamos muchos elementos hispanos, tanto de aquí como de América. Eso nos da un rollo más ‘exótico’ que lo que haría el típico grupo de folk rock estadounidense.

¿Qué significa para vosotros esta gira por salas de aforo más íntimo en un momento como el actual de la industria musical?

Es, cada día más, una reivindicación de las salas de conciertos como espacio específico e ideal para la práctica del rock orgánico. Tiene que haber cercanía entre público y artistas, no todo pueden ser macroconciertos. Hay tiempo y cabida para todo. No hay que elegir una cosa u otra; lo ideal es que se complementen. Nosotros siempre hemos tocado en salas de distintos aforos, teatros, festivales, plazas de ciudades o pueblos… ¡hasta en alguna cárcel! Nuestra música se adapta a cualquier entorno, pero somos firmes defensores de las salas de conciertos. De hecho, en estos tiempos de macroconciertos y precios dinámicos, ver a una banda en tu pueblo o ciudad por veinte euros en una sala es la verdadera experiencia VIP. Estás cerca del grupo, lo oyes de lujo, tienes la barra a un lado y el servicio al otro, y encima al final del concierto salimos al puesto de mercancía a charlar, firmar discos, hacernos fotos e incluso saludar por videollamada a tu primo el que se va a casar. ¿Quién da más?

¿Cómo habéis adaptado el repertorio para esta gira, combinando los nuevos temas con clásicos de su repertorio? ¿Qué pueden esperar los fans de los conciertos de esta gira Salvation? ¿Hay alguna sorpresa preparada?

Justo ahora acabamos de reeditar Second to none en una lujosa edición especial XV Aniversario, con funda y vinilo dorados. Así que estamos basando el repertorio en este disco combinado con Salvation. Aun así, siempre hay cabida para algunos clásicos arizónicos de otros discos.

Después de tantos años en la música, ¿cómo describirías la evolución de Arizona Baby? ¿Qué artistas o bandas os han influido más en este último trabajo y en vuestra carrera en general?

En el último trabajo nos hemos influido a nosotros mismos, al reconectar tanto con nuestros dos primeros discos. Pero bueno, en general nos sigue influyendo lo mismo que cuando empezábamos. Las músicas de raíz combinadas con el rock desértico y fronterizo. Country, rock and roll, psicodelia… Todo pasado por el filtro de tres amigos españoles que fueron adolescentes en los noventa.

Second to none, del que se cumple ahora su decimoquinto aniversario, os puso en el mapa. ¿Cómo vais a celebrarlo?

Como te decía, lo hemos reeditado en formato de lujo, con dos temas inéditos extra (Shiralee got married y The lady in blue), y estamos incorporando gran parte de este disco al repertorio de gira, en la que seguimos presentando Salvation. En algunas ciudades y festivales tendremos algunos invitados especiales.

Corizonas, El Meister...Vives en una gira constante, como Bob Dylan; eres el hombre de las mil caras. ¿Es sencillo compatibilizarlo todo? ¿Requiere una gran planificación?

Requiere de mucha planificación y coordinación con los compañeros, discográfica y las oficinas de management. A nivel artístico, yo siempre he estado en más de un proyecto a la vez, desde los tiempos del instituto. Me gusta tocar distintos instrumentos, explorar distintos registros y seguir aprendiendo día a día. Me divierte hacer música, tengo un hobby a tiempo completo.

Ride on es muy cinematográfica, y parece que se asocia con Streets of Babylon, el ‘focus track’ del disco, concibiéndose como una auténtica road-movie. ¿Una Huida a medianoche?

Tanto Ride on como Streets of Babylon son de esas canciones muy corales, en las que hemos intervenido creativamente los tres integrantes del grupo desde la base hasta la canción terminada. Cuando se trabaja de esa forma, suelen salir resultados sorprendentes, a los que uno sólo no hubiese llegado. Este tipo de canciones unen mucho a un grupo y se disfrutan tanto en disco como en directo. La chispa que inició Ride on fueron unas partes de guitarra que el Señor Marrón trajo al local, inspirado por el hip-hop. El tío lo mismo te toca una rumba que un tema de Eminem. Esa es parte de la magia arizónica. Sería bonito que algún artista de hip-hop samplease Ride on para un tema suyo. Ahí lo dejamos…

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