'Best seller' de la temporada
María Dueñas rastrea las huellas perdidas de los ‘pieds-noirs’ españoles: “La emigración ha estado ahí desde que el mundo es mundo”
La escritora viaja a la Orán de principios del siglo XX en ‘Por si algún día volvemos’, epopeya de una joven española en la Argelia francesa que llega al mercado con 500.000 ejemplares

María Dueñas, fotografiada en el monte Benacantil de Alicante / / Javier Ocaña
David Morán
A María Dueñas (Puertollano, 1964) la dejamos paseando por Tánger y reventando las costuras del best-seller español de la mano de ‘Sira’, su reencuentro con la intrépida protagonista de ‘El tiempo entre oscuras’, y aquí está de nuevo, cuatro años después, echándole otro pulso al mercado y señalando desde Alicante el corazón de ‘Por si un día volvemos’ (Planeta), su nueva novela. “Si miramos en línea recta, ahí está Orán”, sentencia la escritora desde la falda del castillo de Santa Bárbara, en el monte Benacantil.
Y en línea recta, 300 kilómetros de nada, se intuye el alma española de esa ciudad refugio a la que Cecilia Belmonte, la protagonista de la novela, llega a principios del siglo XX huyendo de un crimen accidental y buscando una vida mejor. O, como mínimo, una no tan mala.
He aquí, pues, una historia de emigración y exilio, de auge colonial y violento derrumbe imperial, zarandeada por episodios históricos como el final de la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial, la independencia de Argelia o esa Operación Cisneros con la que Franco intentó apoderarse del Oranesado. “Durante los años de la Argelia francesa, Orán fue el destino de muchísimos españoles que salían de una España complicada y empobrecida que les brindaba pocas oportunidades de futuro. En aquel momento, desde Alicante se tardaba menos en llegar a Orán que a Madrid”, recuerda Dueñas.

Postales oranesas de la época de 'Por si algún día volvemos' / REDACCIÓN
Tirando de ese hilo, la autora de ‘Las hijas del capitán’ vuelve a surcar el Mediterráneo para narrar la odisea emigrante y la lucha contra la adversidad de Cecilia y desenterrar la poco conocida historia de los 'pieds-noirs' españoles, algo así como un escalafón intermedio entre los cosmopolitas franceses de origen metropolitano y una población autóctona sistemáticamente relegada y maltratada. “Siempre pensé que ahí había una gran novela que escribir. Hubo algunos momentos en los en la Argelia francesa había más españoles de origen que franceses, más incluso que árabes. Lo que pasa es que luego al naturalizarse, ya las estadísticas son distintas y cuentan todos como franceses”, explica. Se refiere la escritora a los años previos a la guerra de la independencia y el terrorismo de extrema derecha de la OAS, cuando los españoles regentaban en la ciudad argelina destilerías, tabaqueras, bares, cafés o, como en ‘Por si un día volvemos’, negocios clandestinos de venta de jabón.
Soy 6 novelas más vieja y 16 años más sabia"
De la miseria a la prosperidad
En Orán, la novela se embarca en un viaje de ida y vuelta de la miseria a la prosperidad, del contrabando y las tabaqueras a la primorosa fábrica Savon de l'Oranie, que Dueñas salpica de amoríos, amistades y conflictos históricos del convulso siglo XX. Una violación en la primera página es la chispa y el acelerante. El motor de arranque de una novela nacida de un éxodo descarnado. “Cecilia abandona todo su mundo y emprende un nuevo camino. Tiene una carga de humanidad que viene a ser el reflejo de todos, con las caídas, remontadas y quiebros inesperados de la vida”, señala la autora mientras ensancha un poco más su fértil universo de heroínas femeninas. “Son mujeres jóvenes a quienes las adversidades de la visa las pone en movimiento”, resume.
Sira estaba más protegida, venía de un núcleo más protector. Cecilia, en cambio, tiene más garra. Viene de una España más miserable”
En la otra orilla, en Alicante, todo apunta a que estamos ante uno de los lanzamientos editoriales del año. Ahí están los menús personalizados en el restaurante, los carteles de no molestar tuneados (“su propósito, sobrevivir”, leemos) en el hotel y unos simpáticos tuk tuk tematizados con la portada del libro que recorren zumbando el centro de la ciudad. Por si acaso los cerca de cincuenta periodistas movilizados por Planeta para la ocasión no sirven como medida, en las tiendas de España (en breve también en las de América Latina y Estados Unidos) esperan 500.000 ejemplares recién salidos de imprenta. ¿Próxima parada? Otro Sant Jordi de récord y a seguir batiendo marcas. “Soy 6 novelas más vieja y 16 años más sabia”, ironiza la escritora.

María Dueñas, en una imagen promocional facilitada por la editorial Planeta / / Javier Ocaña
Entre tanto, aquí estamos, con Dueñas midiéndose de nuevo con el pasado para “rescatar historias” y preservar una riqueza testimonial que, asegura, cada año que pasa desaparece un poco más, mientras Cecilia y Sira intentan estrechar lazos. “Llegado el momento, se habrían llevado bien, pero sus mundos tienen muy poco que ver. Sira estaba más protegida, venía de un núcleo más protector. Cecilia, en cambio, tiene más garra. Viene de una España más miserable”, explica. Una España de la que escapa huyendo de la violencia y el maltrato. “En entornos carentes de cualquier cosa, la mujer era carne de abuso”, lamenta la autora, para quien la heroína de esta novela “es un personaje más descarnado, más crudo” que la protagonista de “El tiempo entre costuras”. “Cecilia me ha dejado más. No soy la misma cuando empiezo una novela que cuando la acabo”, asegura.
Puertas al campo
“Como vivimos en este mundo de parcelas, a veces se nos olvida que lo personal también puede ser compartido. Creo que tenemos un país lleno de miles de historias por rescatar desde una perspectiva contemporánea, porque al final son vicisitudes muy universales y humanas”, insiste Dueñas a la hora de ahondar en el marco histórico de una novela que quiere ser también una reflexión sobre el peso (y el poso) histórico de las migraciones.“Es difícil y complejo para todas las partes, para los que llegan y para los que acogen, pero es que es un fenómeno que está ahí desde que el mundo es un mundo. Nos hemos pasado la vida moviéndonos de un sitio a otro y es dificilísimo poner puertas al campo”, señala.

Orán fue en los años 20 refugio de muchos españoles que huían de la pobreza / REDACCIÓN
Sirva como ejemplo el éxodo de ida y vuelta de Cecilia y los testimonios de Carlos Galiana, Juan Ramón Roca, Eliane Ortega y José Torroja, oraneses de nacimiento o de adopción que han acompañado a Dueñas en su labor de documentación y la arroparon el miércoles durante la presentación pública de la novela. “Me alegra que con mis novelas, además de escribir ficciones imaginadas, pueda contribuir a recuperar algunos capítulos más desconocidos de la historia de España", zanja.

María Dueñas
Planeta
544 páginas
23,90 euros
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