"Este juicio era un enigma, pero siempre creímos en la inocencia de la madre"

A finales de febrero, la Audiencia Provincial de Cáceres condenó al padrastro de dos menores por agresión sexual y pornografía infantil, mientras que absolvió a la progenitora, acusada de consentir los continuos abusos. El letrado cacereño Mariano Mariño, encargado de la defensa de la madre de las niñas, detalla los pormenores de un proceso judicial que se ha extendido más de tres años y medio hasta su resolución, pero que ha terminado de manera satisfactoria para su clienta

Pregunta: En primer lugar, ¿cómo se define como letrado?

Respuesta: Diría que soy una persona muy honesta. A muchos de mis clientes les digo que no quiero venderles la moto, es decir, si tengo la posibilidad de ayudarles y existe una confianza que facilite que el procedimiento salga adelante, bien; en caso contrario, no seré yo el que te haya vendido falsas expectativas.

La labor de la defensa

P: ¿Cómo se afronta la defensa de un caso de estas características?

R: Este no es un caso al uso. Nunca había llevado un procedimiento en el que pidieran 48 años de cárcel, además de que mi clienta no estaba acusada por haber cometido los hechos directamente. A la hora de aceptar casos así, no solo importa la naturaleza del delito, sino también comprender las circunstancias de la persona implicada.

P: ¿Habría aceptado llevar la defensa de su pareja, que finalmente ha sido condenado a la pena máxima de 20 años?

R: No lo conozco y nunca me he reunido con él. Pero si me hubiera explicado qué es lo que realmente ocurrió y hubiera surgido esa conexión entre letrado y acusado, no habría tenido ningún problema en llevar su defensa.

P: ¿Qué aspectos han sido determinantes para la absolución de su clienta?

R: Nosotros creíamos firmemente en su inocencia, por eso ni siquiera contemplamos la posibilidad de llegar a un acuerdo con el fiscal. La acusación contra ella se basaba en la figura jurídica de la comisión por omisión, que requiere de un elemento objetivo y otro subjetivo. Este último hace referencia a la intención de cometer el delito y, en este caso, quedó demostrado que no tenía conocimiento de los hechos y no podía ser condenada por ello. Creo que el tribunal ha sido muy valiente al aplicar rigurosamente lo que nosotros planteamos, y lo cierto es que ha sido muy satisfactorio.

Desarrollo del caso

P: ¿Confiaba en que este fuera el veredicto?

R: Yo sí confiaba. Me sorprendió mucho que el Ministerio Fiscal comenzara su informe demostrando la culpabilidad de mi clienta, en lugar de referirse al acusado que activamente ha cometido los hechos, lo que me hizo ver que ellos no lo tenían tan claro. Nosotros también hicimos una labor de búsqueda de jurisprudencia importante, encontrando sentencias idénticas que expusimos ante el tribunal. A nivel jurídico, a mí me parece una sentencia brillante que analiza rigurosamente cada una de las pruebas.

Entrevista con el abogado cacereño Mariano Mariño

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P: ¿Cómo valora el desarrollo del proceso judicial?

R: El abogado del otro acusado, Emilio Cortés, expuso acertadamente que este juicio era un enigma. Hay que tener en cuenta que las niñas confundieron fechas y se explicaron de aquella manera en su declaración, porque no dejan de ser menores hablando de un hecho presuntamente muy grave. En lo que a mí respecta, ha sido un proceso muy técnico y jurídico. Más que centrarme en la valoración de las pruebas, mi enfoque se orientó a la interpretación jurisprudencial, ya que consideraba que no existía el elemento subjetivo necesario para una sentencia condenatoria.

Principales dificultades

P: ¿Cuál ha sido el mayor desafío a lo largo del procedimiento?

R: Ha sido complicado, sobre todo porque al principio del procedimiento las niñas eran menores. A nivel personal, el mayor reto fue afrontar el interrogatorio de los testigos sin saber realmente qué iban a decir, ya que no habían declarado en la fase de instrucción y desconocíamos si sus testimonios nos beneficiarían o perjudicarían. Teníamos miedo de que pudiera malinterpretarse el testimonio de mi clienta, especialmente cuando el otro acusado es su pareja. Por eso decidió acogerse a su derecho a no declarar.

Nunca había afrontado un procedimiento en el que pidieran 48 años para mi clienta

Mariano Mariño

P: ¿Y el momento más difícil durante el juicio?

R: Ha habido tensión y muchos nervios. Lo peor fue que mi clienta se desmayó durante la declaración del otro acusado. Conseguí un informe médico para que no estuviera presente en el juicio, sino en una sala aparte, ya que tiene una discapacidad y sufre ataques epilépticos ante cualquier situación de estrés. Pero hubo un momento en el que perdió el conocimiento y tuvo que venir el forense a reanimarla para poder continuar con el juicio.

Consecuencias

P: Actualmente, ¿cómo es la relación entre la madre y sus dos hijas?

R: A día de hoy, no viven juntas. Mi consejo ha sido que espere a que se calmen las cosas y a que la sentencia sea firme para retomar el contacto. Lo último que me ha comentado es que lo iba a intentar con su hija mayor, creo que vía telefónica, porque ni siquiera sé si viven en el mismo municipio.

P: ¿Y con el condenado?

R: Tengo entendido que siguen siendo pareja, al menos hasta antes del juicio. Tras la sentencia, lo desconozco y no he querido preguntarlo, porque creo que eso nos predispone a juzgar a una persona que es inocente. De hecho, considero que a ella la han juzgado más por su comportamiento tras la denuncia que por lo que haya podido hacer, que no ha sido nada, puesto que no tenía ni idea de los hechos.

P: ¿Qué impacto ha tenido este caso en la vida personal de su clienta?

R: Por lo que he podido hablar con ella, en el municipio donde vive no la han demonizado ni ha tenido muchos problemas con los vecinos a raíz de los hechos. Considero que es una persona completamente integrada a la que han juzgado por un asunto muy feo. Si no ha tenido problemas hasta ahora, creo que no los va a tener una vez que se ha demostrado que es inocente.

P: Y las niñas, ¿siguen bajo tratamiento psicológico?

R: Sí, una trabajadora de la Fundación Márgenes y Vínculos comentó que, efectivamente, siguen en tratamiento psicológico por el shock que les ha causado toda esta situación.

Posibilidad de recurso

P: ¿Alguna de las partes contempla recurrir la sentencia?

R: Supongo que la acusación estará satisfecha porque, al final, el principal acusado está condenado a la pena máxima. Sin embargo, imagino que la defensa sí la recurrirá.

P: Por último, ¿un mensaje que quiera compartir tras la sentencia?

R: Cuando alguien es acusado o investigado, por el delito que sea, nuestra mente actúa de forma que pensamos que, de alguna manera, esa persona es culpable. Es algo que hacemos sin mala intención. Por tanto, el mensaje que quiero trasladar es que, a veces, las cosas no son como parecen.