La considerada hasta el momento primera potencia del mundo se gastó en 2024 casi 60 millones de euros en mercancías compradas a Extremadura, una cifra que ha ido creciendo. Está muy lejos de los 900 millones que importa Portugal de la región, los 550 de Francia o los 400 de Alemania, pero no deja de ser un mercado destacado. ¿Qué encargan los estadounidenses a los extremeños? Sobre todo alimentos, vinos y semimanufacturas del corcho, el aluminio, el hierro y el acero. Lo vemos con detalle. El principal producto, con mucha diferencia sobre el resto, es el tapón de corcho para vino: 20 millones de euros en ventas durante 2024. La multinacional francesa Diam Bouchage, ubicada en pleno paraíso de los alcornoques, en San Vicente de Alcántara, concentra buena parte de esta partida. No obstante, las empresas del ramo «suelen ser grandes compañías con importante maquinaria, tecnología y capacidad financiera para exportar prácticamente a todo el mundo», revela Víctor Grajera, director de operaciones de la Cámara de Comercio de Cáceres. En segundo lugar, Estados Unidos compra numerosas preparaciones de hortalizas y frutos, una partida arancelaria que incluye sobre todo tomate y aceitunas. Los americanos importaron 4,2 millones de euros en 2024 en tomate (primeras transformaciones) de las multinacionales asentadas en Extremadura. Empresas como Conesa han creado un mercado muy activo con ese país. Y por supuesto, la aceituna, que ya sufrió los aranceles de Trump de 2017, y que pese a ello se sigue vendiendo a EEUU desde Extremadura por un valor de 1,7 millones de euros en 2024 (en lugar de hacerlo en latas de conserva, ahora se exportan congeladas y esquivan las barreras aduaneras) ¿Y para qué quieren tantas aceitunas extremeñas? La respuesta es sencilla: para las miles de millones de pizzas que se producen en el país. La principal vendedora viene siendo Acenorca, en Montehermoso, hoy bajo la firma Cazorla. También destaca, como no podía ser de otro modo, la partida de aceite de oliva y sus fracciones (orujos, refinados...) por 4,1 millones de euros. Más sorpresa causa la venta de productos relacionados con el cacao desde Extremadura por 3,5 millones. Tras esta partida se encuentran sobre todo los bombones de higo de Almoharín. Más alimentos. Los norteamericanos compran hasta 2,8 millones de euros en hortalizas, muy especialmente los ajos de Aceuchal que cultiva su cooperativa El Ajero. Y por supuesto la fruta de hueso (Extremadura es una potencia), con 1,3 millones en melocotones, ciruelas o nectarinas. Ojo que además se llevan cítricos por 900.000 euros e higos por 350.000. El pimentón, el oro rojo, también se las tendrá que ver con los aranceles: en 2024 se exportaron 872.000 euros. Lo mismo que los vinos extremeños que llegan hasta EEUU por valor de 357.000 euros. La gran mayoría llevan el sello de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana e Indicaciones Geográficas Protegidas. Todos, como se observa, productos gourmet apreciados en el país norteamericano, donde posiblemente muchos de los ciudadanos que saborean estas delicias quieran seguir consumiéndolas aunque se encarezcan. Pero además, Estados Unidos introduce en el carro de la compra partidas que llaman la atención al tratarse de un gigante industrial. En concreto, adquiere productos de aluminio y sus manufacturas por 5,2 millones de euros (la firma Alumasa, en Fuente del Maestre, tiene mucho peso) y productos de fundición de hierro y acero por 4,5 millones de euros (es incuestionable el peso y la proyección internacional de compañías como Siderúrgica Balboa o Imedexsa).