El incierto futuro de la instalación cacereña
Alcaldes del entorno de la Central de Almaraz: «Su cierre tendría efectos devastadores»
Varias decenas de responsables municipales se han concentrado esta mañana a las puertas de la planta para reclamar su continuidad

Carlos Gil
Varias decenas de alcaldes de municipios cacereños reclamaron este martes la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz. Mediante un manifiesto leído a las puertas de la instalación por el alcalde almaraceño, Juan Antonio Díaz Agraz, mostraron su rechazo al cierre previsto para esta instalación por «las graves consecuencias económicas y sociales que eso tendría para nuestra comarca y para Extremadura». Prescindir de ella traería consigo unos «efectos devastadores» para los habitantes que viven en las localidades más cercanas, «provocando su empobrecimiento, pérdida de calidad de vida y, en última instancia, la despoblación de la zona».
Tras esta, en las próximas semanas hay previstas nuevas acciones de movilización social e institucional, en las que los alcaldes esperan contar con el apoyo de todo el tejido social y ciudadano de Extremadura. En este sentido, el 18 de enero hay convocada en este mismo lugar una concentración que se confía sea multitudinaria.

El alcalde almaraceño, Juan Antonio Díaz Agraz, lee la declaración conjunta. / Carlos Gil
«No nos resignamos a perder una de las mayores industrias de Extremadura, que es un centro de empleo estable, de larga duración y altamente especializado», se recoge en el texto al que se dio lectura, en el que también se solicita tanto a las administraciones públicas como a las «entidades privadas con competencia en este asunto que dialoguen y lleguen a un acuerdo» para que la planta siga funcionando más allá de 2027 y 2028, cuando está prevista la sucesiva clausura de sus dos reactores. «Nuestros pueblos y las personas que en ellos vivimos necesitamos que la central continúe operando. No nos resignamos al futuro de incertidumbre al que nos quieren condenar con el cierre de la instalación nuclear», se remacha.
«Si no nos movilizamos antes del punto de no retorno, en marzo o abril de 2025, lo vamos a lamentar mucho todos»
La declaración conjunta fue respaldada por cerca de cuarenta alcaldes, de distintos signos políticos, de los municipios de la comarca de Campo Arañuelo, en la que se ubica la planta y en la que una mayor influencia económica ejerce su actividad, pero también de otras zonas de la provincia como el Valle del Jerte, Valle de Ambroz, Tierras de Granadilla, Las Hurdes, Sierra de Gata o La Vera. Todos ellos, «con una misma voz, no nos resignamos a perder ni los empleos ni el bienestar que hemos logrado gracias a la actividad de la Central Nuclear de Almaraz», resaltó Díaz Agraz durante la lectura del documento, al tiempo que avanzó que van a seguir trabajando «sin descanso», en «una lucha que solo los que vivimos y trabajamos desde nuestros pueblos entendemos».
Una postura de apoyo a la continuidad de la planta nuclear que en la comunidad autónoma comparte «una abrumadora mayoría de la ciudadanía, así como de las instituciones públicas y privadas encabezadas por la Junta de Extremadura y ambas diputaciones», que ven en ella un «polo de desarrollo insustituible en nuestra región por su importancia económica, como generadora de empleo y como garante de la soberanía energética».
«Va a ser una pérdida socioeconómica importantísima que no se va a poder reparar con ninguna otra industria que pueda pensarse en traer a Extremadura», apuntó Aniceto González, alcalde de Majadas de Tiétar. «Estamos en el tiempo de descuento», agregó. «Si no nos movilizamos antes del punto de no retorno, en marzo o abril de 2025, lo vamos a lamentar mucho todos. No podemos permitir que Almaraz se cierre por una razón que es política, no de otro tipo», apostilló.

Imagen de la central, envuelta por la niebla, esta mañana. / Carlos Gil
En un radio de menos de diez kilómetros de la central (zona 1) se encuentra el municipio de Belvís de Monroy. Su alcalde, Fernando Sánchez Castilla, sostuvo que «es fundamental que permanezca abierta». Lo contrario «sería un desastre para nuestra comarca y para toda Extremadura». En un contexto de lucha contra la despoblación, el cierre «nos podría llevar a una catástrofe» y acabar convirtiendo la zona en un «completo desierto» en términos demográficos. El dinero que los ayuntamientos del entorno de la planta reciben gracias a su actividad, recordó, se emplea en mejorar la empleabilidad de estos municipios y en «mejorar los servicios» que prestan.
«Aquí estamos de todos los signos políticos, pero con un objetivo común, que es evitar que se cierre la central»
Asimismo, insistió en que el acto estuvo respaldado por alcaldes «de todos los signos políticos y de todos los colores luchando por una completa injusticia, que es lo que vemos en el cierre de esta central nuclear». Con parte de su término municipal también en zona 1 se encuentra Millanes. Su alcaldesa, Ahitana Gómez, coincidió en «la pérdida importantísima de población» y «de recursos económicos» que representaría para la población un eventual cese. «Estamos hablando de la mayor industria que tenemos en la comunidad», razonó.
Entre los alcaldes que se acercaron desde otras comarcas cacereñas estuvo Raúl Barrado, de Malpartida de Plasencia. «Hemos venido hoy a apoyar a la zona del Campo Arañuelo», destacó. La actividad de la planta nuclear, justificó, «repercute en toda nuestra comunidad autónoma. Es un motor muy importante para la economía de toda nuestra región, es algo que está más que demostrado».
«Es fundamental que siga abierta. El cierre sería un desastre para nuestra comarca y para toda Extremadura»
En la concentración estuvo presente Juan Pedro Sánchez, presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Nucleares (AMAC). «Creemos que no existe ninguna razón de peso ni de sentido común para que se cierre», argumentó. Más siendo esta instalación una de «las que están haciendo mejor las cosas» a nivel internacional, señaló en referencia al máximo ‘rating’ que le concede la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO, en sus siglas en inglés). «Es una sinrazón», arguyó, que va a ocasionar un daño «tremendo» al conjunto de la región. «No hablamos únicamente de cuestiones económicas, que las hay, sino de personas, de puestos de trabajo», incidió. A su juicio, es «el momento en el que todos tenemos que luchar en la misma dirección», porque esta «no es una cuestión política. Aquí estamos de todos los signos políticos, pero con un objetivo común, que es evitar que se cierre la central».
Respaldo de la Junta
La Junta de Extremadura respaldó la protesta de los alcaldes del entorno de la planta por el «interés» que tiene la central para la comunidad y para España, sentenció la portavoz del Ejecutivo autonómico, Victoria Bazaga, informa Europa Press. «Entendemos y nos solidarizamos con todos ellos y con toda la población y, por supuesto, respaldamos esa iniciativa de reivindicación», subrayó.
El presidente de la Diputación de Badajoz y candidato a la secretaría general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, afirmó por su parte que durante una conversación que mantuvo durante la celebración del reciente Congreso Federal del PSOE en Sevilla le planteó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la «necesidad» de que la central «continúe mientras no haya una alternativa» para la comarca.
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