Guerra comercial

El Gobierno liga el plan contra los aranceles con el de defensa para la reconversión empresarial al sector de la seguridad

En Moncloa ven una "oportunidad" para que sectores como los de componentes de automoción, tecnológico o aeroespacial reorienten su producción a materiales de doble uso ante la demanda por el nuevo contexto global

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante su comparecencia este miércoles en el Congreso para dar cuenta del plan contra los aranceles.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante su comparecencia este miércoles en el Congreso para dar cuenta del plan contra los aranceles. / Eduardo Parra / Europa Press

Madrid

El plan de respuesta del Gobierno a los aranceles impuestos por Donald Trump pretende a corto plazo levantar una red de seguridad con ayudas que suavicen el golpe al tejido empresarial, pero a medio plazo se busca hacer de la necesidad virtud para impulsar una reconversión de los sectores más afectados. Principalmente, hacia la defensa, según apuntan en Moncloa haciendo hincapié en el concepto de “seguridad”, además del sector energético. Algo por lo que las mismas fuentes se refieren a una “ventana de oportunidad” y ligan esta pata del plan por la guerra comercial con el de defensa. Este último, según anunció Pedro Sánchez el pasado 26 marzo durante su última comparecencia en el Congreso, se presentará antes de verano, una vez cerrados los flecos del plan de rearme impulsado por la Comisión Europea. Su objetivo será canalizar el aumento del gasto desde el actual 1,28% del PIB hasta el 2%.

En el Ejecutivo trasladan el mensaje de las oportunidades para sectores como los de componentes de automoción, tecnológico o aeroespacial de orientar la reconversión empresarial hacia la defensa por el actual contexto global. Todo ello, asociado a la definición amplia sobre la seguridad que defiende el Gobierno, mirando a los materiales de doble uso -civil y militar o la ciberseguridad. Si bien aducen que en último término será decisión de cada empresa a qué sectores reorientarse, sin determinismo político, subrayan las posibilidades de interrelación entre el todavía 'no nato' Plan Nacional para el Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y Defensa con el plan de respuesta a los aranceles.

El plan de defensa concentrará el grueso de la inversión adicional exigida para cumplir con la UE, a la espera de concretar el cuánto y el cómo. Para ello, el Gobierno está pendiente también de las decisiones que se tomen en la cumbre de la OTAN que se celebrará en La Haya el próximo mes de junio.

La intención es mirarse en el espejo de los fondos europeos para impulsar un salto tecnológico e industrial a través de colaboración público-privada. El foco se pone en la innovación. No en vano, la ministra de Ciencia, Diana Morant, se incorporó al almuerzo de trabajo que Sánchez celebró dos días después de anunciar el plan con representantes de empresas del sector de la seguridad y la defensa. La filosofía del plan, según lo definió el jefe del Ejecutivo, es que sirva “para crear empleo y también empresas para continuar con la reindustrialización emprendida hace siete años en todas las provincias de nuestro país, como hicimos durante la respuesta a la pandemia de la covid 19, sirviéndonos de esos recursos económicos para estimular nuestra economía y modernizarla en clave verde y digital”.

Para desarrollar el objetivo de la reconversión de empresas hacia sectores con alta demanda, el plan de respuesta a los aranceles pone sobre la mesa 5.000 millones de euros del plan de recuperación. Unos recursos destinados a financiar la transformación de las capacidades productivas de las industrias y empresas más afectadas por el “shock arancelario”. Desde la rehabilitación energética de instalaciones, hasta la adaptación tecnológica y la adquisición de nueva maquinaria. Un proceso por el que se asume “la necesaria transferencia de conocimiento entre sectores productivos”.

De cara a la financiación de ambos planes, el Ejecutivo apuesta por pelear fondos comunes de la UE. Para el de defensa se propone un sistema de transferencias similar al desarrollado con los fondos Next Generation por la pandemia. Para la respuesta a la sacudida arancelaria se plantea utilizar los recursos provenientes de la recaudación obtenida por los aranceles comunitarios impuestos en concepto de reequilibrio.

Internacionalización

Los colaboradores de Sánchez explican respecto a las medidas que plantearán en la UE que están muy trabajadas y habladas con la Comisión Europea. Además del fondo común, el Gobierno aboga por más flexibilidad normativa ante las medidas que se puedan tomar a escala nacional. Esto es, que se puedan dar ayudas sin colisionar con el estricto marco de la competitividad.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, insistió durante su comparecencia en el Congreso este miércoles en la necesidad de abrir nuevos mercados. Lo hacía al mismo tiempo que Pedro Sánchez arrancaba en Vietnam una gira con este propósito, por el que visitará también China. En esta línea, hizo especial mención en acelerar la ratificación del acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur.

La internacionalización es otra de las patas del plan de respuesta frente a los aranceles de EEUU que en el caso de la UE se elevan al 20%. Con instrumentos como la financiación de la Agencia Española de Crédito a la Exportación (CESCE) en seguros de crédito a la exportación de hasta 2.000 millones y canalizando recursos de otros fondos de apoyo a la internacionalización de hasta 500 millones.

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