Un partidazo que no será determinante...o sí

Cuando se publicó el calendario de liga en Tercera allá por el mes de agosto, este 16 de marzo era la fecha clave apuntada en rojo para los grandes cocos del campeonato, Extremadura y Badajoz, equipos que deberían jugarse la liga en un mano a mano sobre el papel. Pero la realidad, en ocasiones, está lejos de la teoría. Extremadura y Badajoz se miden este domingo, a las 17.00 horas en el Francisco de la Hera, en un duelo que no va a ser decisivo. Al menos, para el Extremadura, que lo afronta como líder. Otra cosa es para el Badajoz, que llega a siete puntos de la cabeza y sabiendo que no ganar en Almendralejo es despedirse del título y ascenso directo, es decir, a pensar en la vía del playoff.

La diferencia de puntos en la tabla no le resta pasión y emoción a un partido especial. Eso se palpa en un ambiente que ha ido creciendo con el paso de los días. El Francisco de la Hera espera la mejor entrada de la temporada que podría alcanzar los cerca de 7.000 espectadores según las primeras previsiones. De hecho, la demanda de entradas es tal que el club decidió esta semana mantener abiertas las taquillas durante sábado y domingo para acelerar la venta. 

Además, la afición del Extremadura está muy enganchada a su equipo, que le ha dado motivos para ello tras nueve victorias seguidas desde que comenzara el año 2025. Tiene mucho que ver con ello el mercado de invierno, que le ha dado un impulso brutal al equipo con jugadores como Barace, Maikel o Carlos Cordero que están siendo de importancia capital ahora para Cisqui.

Precisamente, Maikel, es la única duda que tiene el Extremadura para el partido. Un problema muscular dejó al delantero fuera de la convocatoria en el último encuentro ante el Jaraíz. Ha entrenado bien en los últimos días y todo apunta a que volverá a la lista, pero no hay nada decidido. 

Cisqui entiende que tiene suficientes recursos para paliar la baja de Maikel, especialmente con un Callejón muy inspirado y pichichi del equipo con 11 tantos en liga regular. 

Badajoz

El Badajoz llega al partido consciente de que Almendralejo es su última bala para apuntar al título. Luis Oliver, entrenador del Badajoz, asegura que «se respira normalidad» de cara al partido ante el Extremadura, pese a la rotura de la «calculadora del campeonato» ocurrida hace un mes. En declaraciones previas, el técnico destacó que su equipo afronta cada semana con la misma determinación y subrayó la necesidad de ganar cada encuentro.

«Los nervios empezarán a partir de mañana», comentó, reconociendo que, aunque durante la semana el grupo ha trabajado de manera concentrada, la presión aumentará conforme se acerque el partido. Con respecto a la plantilla, informó que, salvo Montori y Tienza, todos se encuentran disponibles, y señaló que Álex Herrera, tras entrenar bien, estará con el equipo el domingo.

El entrenador también advirtió que el Extremadura, con una inversión importante, no podrá permitirse nada menos que ser campeón y recordó que en caso de fallo, Badajoz y el resto de los equipos implicados en la lucha por el ascenso no dudarán en morderles. 

Finalmente, sobre el ambiente en Almendralejo, Oliver reconoció que el recibimiento podría ser hostil al ser considerados máximos rivales, pero se mostró tranquilo. El partido también tendrá el morbo de ver el regreso de la familia Oliver a Almendralejo, donde se guarda un recuerdo amargo de lo ocurrido con el UD y su desaparición.