El precio de los carburantes continúa su tendencia a la baja en todo el país, y Extremadura no es la excepción. Tanto la gasolina como el gasoil han registrado descensos en las últimas semanas, aliviando ligeramente el bolsillo de los conductores cacereños y del resto de la región. Sin embargo, la incertidumbre persiste ante la posible llegada del nuevo impuesto al diésel, conocido como ‘dieselazo’, que podría encarecer el precio de este combustible en los próximos meses. Una medida que ha generado inquietud en sectores como el transporte y la automoción, que temen un impacto directo en sus costes y en el precio final para los consumidores. En cualquier caso, la evolución actual es positiva. Después del repunte gradual iniciado poco antes de Navidades y que se mantuvo hasta inicios de 2025, el precio de los carburantes continúa abaratándose y actualmente acumula su cuarta caída consecutiva, alcanzando sus valores más bajos de 2025. En concreto, el precio medio del litro de diésel (gasóleo A) ha bajado un 1,5% respecto a la semana anterior, situándose en 1,45 euros, el nivel más bajo desde finales de diciembre, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Por otro lado, el precio medio del litro de gasolina también ha descendido un 1,5% en comparación con la semana pasada, ubicándose en 1,51 euros, su valor más bajo desde mediados de octubre. El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Fernando Mena, se muestra satisfecho por la tendencia a la baja que está mostrando el mercado. «Es una gran noticia para nosotros. Desde finales de enero estamos viendo que los precios están en descenso. Existen algunos picos ocasionados por factores geopolíticos puntuales que provocan una pequeña subida, pero la tendencia es positiva», destaca el empresario, que explica que actualmente hay suficiente petróleo en el mercado y las expectativas de consumo están cumpliendo con lo previsto. Para el sector, que el precio baje es positivo porque permite mayor volumen de ventas: «Este es un negocio con márgenes muy ajustados, donde lo fundamental es el volumen, y eso se consigue si hay litros», subraya. No obstante, Cáceres continúa entre las provincias con el promedio de precios más elevado dentro del territorio español. Al menos si tenemos en cuenta el último boletín informativo sobre la distribución de carburantes en las estaciones de servicio publicados a principios de marzo por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En dicho informe, cuyos datos corresponden al mes de enero, se refleja la subida del precio medio de los carburantes que venía produciéndose en el último trimestre de 2024 en toda España. En este sentido, Cáceres aparece como la tercera provincia española con el PVP promedio más elevado de gasóleo A, con un aumento de casi el 5% respecto al mes de diciembre, solo por debajo de Asturias y Guipúzcoa. En cuanto a la gasolina 95, en enero presentó el mayor incremento de precios respecto al mes anterior, junto a Ourense y Albacete, con casi un 5% más de media. Un promedio que viene siendo ligeramente superior al de la provincia de Badajoz. Según el presidente de Aresex, esta pequeña diferencia de precios en las estaciones de servicio puede deberse a «la competencia existente en cada zona y al modelo de negocio de cada establecimiento», ya que el precio del combustible es un «fenómeno global donde la región apenas tiene margen actuación» sostiene. A su vez, la alta presencia de estaciones de servicio en carreteras, autovías y autopistas, que tradicionalmente cuentan con precios más elevados, podría ser relevante a la hora de justificar la posición de Cáceres en la parte alta del ranking de precios de los carburantes. Si atendemos a la situación en la capital cacereña, Mena señala que actualmente «existe una gran variedad de estaciones de servicio, la competencia es tremenda y hay precios de todo tipo». En particular, están proliferando las estaciones de servicio ‘low cost’, que se caracterizan por ofrecer precios significativamente más bajos que el promedio. Sobre su impacto en el mercado, Mena señala que su presencia ha aumentado notablemente en los últimos años. «No sé en qué proporción está actualmente, pero sí están experimentando un gran crecimiento». Este tipo de estaciones incluyen tanto las que operan de manera independiente como aquellas que, mediante acuerdos con grandes compañías, como Repsol o Cepsa, incluyen los mismos combustibles de las grandes marcas pero con precios más competitivos. Para los consumidores, la elección entre una estación de servicio independiente o una marca tradicional depende de diversos factores. «Hay un mercado muy amplio y cada uno puede elegir lo que quiera. Hay gente que prefiere las blancas y otros que prefieren las operadoras porque les dan mayor confianza», precisa. Respecto al consumo, pese a que aún no se conocen cifras exactas de los primeros meses de 2025 (debido al retraso en la publicación de datos oficiales), los últimos registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) muestran que el año pasado hubo un crecimiento significativo en Extremadura. Fernando Mena indica que en diciembre de 2024 se registró un aumento del 4,5% en el consumo de gasóleo A respecto a 2023, mientras que a nivel nacional la subida fue del 0,5%. «Esto puede deberse a que aquí hay más vehículos diesel o que los coches son más antiguos», apunta. En cuanto a la gasolina, el incremento en Extremadura fue del 8%, mientras que en el conjunto de España se situó en un 7%. Sin embargo, como es habitual en este sector, las buenas noticias no suelen durar demasiado. El pasado 17 de marzo, la Comisión Europea concedió a nuestro país una prórroga de tres semanas para hacer efectiva la equiparación entre el diésel y la gasolina, como parte del trato del Gobierno para desbloquear el próximo paquete de fondos de la Unión Europea y con la idea de alinearse con la normativa emanada desde Bruselas. Según el líder de Aresex, esta medida busca reducir las disparidades en los costos de ambos carburantes, dado que el diésel ha sido tradicionalmente más barato debido a su menor tasa impositiva, además de contribuir a minimizar el impacto ambiental. Su aplicación implicaría una subida aproximada de 11 céntimos por litro repostado, un importante incremento que afectaría a uno de cada dos usuarios en España. «Si se acaba confirmando, sería una pésima noticia», manifiesta. Aún así, la aprobación de este 'impuestazo' al diesel deberá ser respaldada en el Congreso de los Diputados. «Todavía no sabemos qué va a pasar. A día de hoy, parece que no hay consenso sobre su aplicación, por lo que solo queda esperar a que finalmente no llegue a buen fin», sentencia Mena. De esta forma, mientras que la tendencia a la baja de los precios desde principios de año ha sido una buena noticia para el sector, la incertidumbre ante la más que probable subida de impuestos al diésel mantiene en vilo a empresarios y consumidores.