Hace años en los bares la estampa habitual era verlos llenos con futboleros celebrando que su equipo favorito había marcado un gol. Sin embargo, en la actualidad es muy difícil verla, se ha ido diluyendo con el tiempo. Ana Almodóvar regenta el bar Aljibe, ubicado en la avenida de Alemania, junto a su marido, Daniel Mariscal. Señala que el deporte rey "era un reclamo, ahora ya no lo es porque todo el mundo lo tiene contratado en casa". Por ello, hay establecimientos hosteleros que han decidido quitar la suscripción. "Al mes cuesta 500 euros. La clientela que viene a verlo no consume lo suficiente para amortizar ese gasto", remarca. El mayor atractivo son los partidos de equipos grandes, como el Real Madrid, Barça o Atlético de Madrid, o finales de competiciones, como la Champions, resalta. Coincide con Almodóvar una de las propietarias del bar La Paloma, en Reyes Huerta, Jianjian Jin. Cuenta que la gente va a su bar para ver a esos equipos. Aunque lamenta que este año "el horario es peor", por lo que asevera que es más rentable aquellos partidos que se juegan a la hora de comer o por la noche, ya que los clientes consumen más. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la provincia de Cáceres (Aecahtur), César Martín Clemente, sostiene que otra de las problemáticas es que en la actualidad hay un mayor número de plataformas para ver el deporte rey. «La gente contrata las compañías para ver el fútbol en casa, es más barato y hay más alternativas. Antes solo había una cadena que lo ofrecía, ahora hay más». Este cambio de paradigma, no se aplica a todos los bares según el presidente de Aecahtur, ya que para algunos este modelo resulta exitoso. "Si está en un barrio en el que hay mucha gente joven y les gusta salir a la calle, sí que será rentable. No será lo mismo que en una barriada envejecida". El mejor horario de los partidos para los bares es que se celebren "un sábado por la tarde o a última hora, sobre las 20.00 o 21.00 horas. Si los equipos juegan a las 16.00 horas no va a ir nadie", concluye.