Ha cerrado Prénatal y con ello se cierra una parte de la historia de Cáceres. Es una lástima, pero no se han puesto de acuerdo con la propiedad en cuanto al alquiler y, por otro lado, la venta por internet está haciendo demasiada mella al comercio. Lo apuntaba precisamente una empresaria de San Pedro de Alcántara, la calle donde la marca de bebé se instaló hace 50 años: "Somos autónomos, pagamos un montón de impuestos, tenemos trabas, precios de los locales por las nubes... frente a las empresas online, donde la regulación brilla por su ausencia". Prénatal llegó a la ciudad y le dio prestigio al empresariado cacereño. Creó empleó, vistió a mamás embarazadas y a miles de niños. Comprar una cuna, un carrito, una sillita en Prénatal era sinónimo de calidad y garantía. Ahora, la tienda de moda deja un local libre en San Pedro de Alcántara, que está en obras porque "los dueños obligan al inquilino a dejarlo tal como lo encontraron. Se abrieron entradas nuevas y eso tienen que reponerlo", explican comerciantes de la calle. A San Pedro de Alcántara lo bautizaron como el Beverly Hills de Cáceres. La similitud no está exenta de razón si se tiene en cuenta que por un tiempo albergó las tiendas de moda y de marca de distintos sectores más prestigiosas a nivel internacional. Más en el ámbito puramente cacereña, una de las grandes firmas referente de la zona comercial fue la boutique de Elpideo y Leo. Los hermanos Bernáldez podrían haber llegado a las grandes pasarelas de la moda, pero su sueño era quedarse en Cáceres, su ciudad, para hacer de ella una referencia. Lo consiguieron. Leo volvió a Cáceres y con Elpidio abrieron Elpidio y Leo, su tienda de San Pedro de Alcántara. Era 1965. Muchos pensaron que estaban locos porque en aquella época cualquier negocio que se preciara tenía que estar en Pintores. Pero ellos tuvieron mucha vista al plantar su mirada en esa avenida. San Pedro de Alcántara solo tenía entonces el cine Astoria y Las Carmelitas. Había una tienda de decoración de Eusebio González (donde luego se establecería Galeri Art, que llevaba Narbón), estaba el chalet de los Acha y el Gran Café era una casa de la familia Mendieta. Hacía poco que se había construido el que luego fue llamado el bloque de Vioque, porque allí había vivido don Pablo Vioque, que era un comercial muy reconocido, un representante que llevaba lanas de la marca Los Pablitos y que vivía en Fuente Fría. Vioque, casado y con muchos hijos, tenía un Ford Negro que conducía José Franco, padre del humorista Franquete. Era Vioque un gran señor, un buen comercial que promovió también la construcción de pisos en San Pedro de Alcántara. Abajo había unos locales comerciales libres, uno de ellos se convertiría en la boutique con dos escaparates más famosa de toda la ciudad. El establecimiento tenía taller y tienda. En el taller cosían a medida. En la tienda se vendía pret-à-porter de alta costura. Muy pronto la jet cacereña se rendiría a los pies de Elpidio y Leo, especialmente cuando Leo comenzó a confeccionar trajes de novia. El primero que hizo fue el de Gloria González, que costó 5.000 pesetas. Pero el que lo catapultó a la fama fue el de Isabelita Palomino, hija del entonces presidente de la diputación y decano del Colegio de Abogados, Martín Palomino. Isabel se casó con Luis Luengo y Rodríguez de Ledesma, un médico que era sobrino de don Pedro Ledesma, el cirujano más famoso de Cáceres. Se casaron frente al altar mayor de Santiago y ofició la ceremonia el obispo Manuel Llopis Ivorra. La novia, que entró en la iglesia del brazo de su padre a los acordes de la marcha de Mendelsshon, lucía un vestido blanco terciopelo chiffon, con zócalo de flores de almendro, con tocado goyesco y larguísimo velo de tul ilusión. Costó 10.000 pesetas. La boda, recogida en la crónica de sociedad de este diario, fue tan sonada que a partir de entonces todas las novias querían ser vestidas por Elpidio y Leo. Luego llegarían los desfiles; hacían dos por temporada: en el Alcántara, en La Colina... Para ellos desfilaron Quini Cerdeira, las hermanas Pili y Puri Silva, Tere Serrano y Memé, que era una modelo italiana casada con un ingeniero que vino a hacer la presa de Alcántara. De la mano de Elpidio y Leo, Rodier escogió Cáceres para sus catálogos. Actrices, cantantes... todas pasaban por la tienda: María Fernanda D´Ocón, Ana Mariscal, Betty Missiego, Charo López, Asunción Balaguer, Irene Gutiérrez Caba... Ahora la tienda se traspasa tras décadas al servicio de Cáceres. Nos da mucha pena porque Elpidio y Leo han marcado tendencias. Y por eso merecen un homenaje o que parte de su legado luzca en un museo para deleite de toda la ciudad. Elpideo y Leo cerró en 2009. Dos pasos más allá de esta boutique se fundó Prenatal, que abrió su primera tienda en Milán en 1963, siendo así la marca de referencia para muchas familias en Europa. Llegó a contar con 162 puntos de venta en Italia, y 132 en España, Portugal, Grecia, Francia y Holanda. La empresa francesa aterrizó en España en 1962. Hace unos años se fusionó con Toys R Us. La cadena de moda infantil y la de juguetería, ambas propiedad del grupo italiano PRG retail group, tendrían a partir de entonces la misma dirección para el mercado español y portugués con la creación de la sociedad Prénatal Retail Group Iberia. De momento, en Cáceres han bajado la persiana.