Antonio Luis Suárez Barquero era administrativo de Fagor, que estaba en la calle Argentina, y también descargaba los camiones que llegaban con la mercancía y que luego se distribuían para su venta. Como su pasión era la música, compaginaba el trabajo con la carrera de Saxofón que estudió a caballo entre Madrid y Valladolid. A su término, opositó, logró plaza en el conservatorio y acabó dirigiendo la banda sinfónica de la Diputación de Cáceres. Superó un ictus y es curioso cómo gracias a la música avanzó en su rehabilitación neurológica y logró ejercitar sus dos hemisferios y reducir su minusvalía al 70%. Hoy, el que ha sido referente indiscutible de la música nos ha dicho adiós a los 77 años y la ciudad está conmocionada. Padre de los también músicos Antonio Luis Suárez Moreno, es director del Conservatorio Profesional de Música García Matos de Plasencia y de la Banda Sinfónica de Cáceres, y de Jorge Suárez, profesor del Licenciados Reunidos y concejal de Cultura, su marcha deja un profundo vacío y una lección inconmensurable a las nuevas generaciones de músicos de Extremadura. Dieciocho músicos ante 23 espectadores. Así fue el primer concierto ofrecido por la Banda Sinfónica Provincial un 28 de octubre de 1982. Desde entonces, su crecimiento y consolidación han sido imparables, tanto que se ha convertido en una agrupación de referencia nacional, portada de la revista ‘Melómanos’, que ofrece incluso un repaso de sus momentos más sublimes, como aquella Obertura 1812 de Tchaikovsky acompañada de las campanas de las catedrales extremeñas, o el sinfónico con Los Secretos que se mantuvo entre los seis discos más vendidos en Latinoamérica en 2012 (y top 16 de España). De hecho, se convirtió en la primera banda en fusionar el sinfonismo con el pop (Jeanette, Los Brincos, Nino Bravo...). Y es que la banda sonora de las cuatro últimas décadas en Cáceres ha sonado en la batuta de la Banda Sinfónica Provincial. En todo este periodo, su cometido siempre ha sido el mismo. «La banda provincial surge como una necesidad de llevar la música culta a todos los rincones de Cáceres», resumió Manuel Veiga, presidente de la diputación, impulsor junto al diputado Carlos Bernáldez de su creación. El germen lo encontraron en el aula de viento del conservatorio oficial de música Hermanos Berzosa de Cáceres, con el maestro Antonio Luis Suárez Barquero como titular de saxofón. Son solo algunos hitos de la historia de la formación, que nació de la mano de la Diputación Provincial de Cáceres, a la que sigue ligada. Aquel 28 de octubre de 1982 la formación, entonces sin uniforme propio, ofreció su primer concierto en la biblioteca pública. Una semana más tarde tuvo lugar su presentación oficial, ya con uniforme, en el complejo San Francisco. En ese primer año giraron por las casas de la cultura de la provincia, Hervás la primera, y en el segundo acompañaron a una veintena de procesiones de Semana Santa. Con el paso del tiempo la banda fue cada vez más demandada. La llegada de los militares del entonces CIR promovió su crecimiento, ya que aprovechaban su estancia en Cáceres para formarse. En apenas diez años, llegó a tener 56 componentes. En la actualidad tiene 58. Desde entonces no han parado de llevar su música no solo a los rincones cacereños sino que han ido más allá. La Expo 92, el festival de Tomar en Portugal en el 1994 y las invitaciones en Lisboa en 2000 y Madrid en 2010. Uno de los logros más característicos lo protagonizaron en París ya que fueron la primera banda española en realizar un concierto a los pies de la Torre Eiffel. Antonio Luis se casó con Loli Moreno, hija del célebre Bimba, que junto a Galiche fueron dos de los guardias municipales más famosos y reconocidos de la ciudad. Hoy, su familia y Cáceres entero le dicen adiós. La capilla ardiente está instalada en la Sala 3 del Tanatorio Serfátima de Cáceres y la misa tendrá lugar este viernes, 20 de diciembre, a las doce, en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima.