A un empresario local

Cáritas vende el edificio de la calle Bravo Murillo de Badajoz tras trasladar su albergue al Centro Hermano

La ubicación de este recurso para personas sin hogar es "transitoria", a la espera de que el ayuntamiento construya el nuevo que ha comprometido

Edificio de la calle Bravo Murillo donde se ubicaba el centro de emergencia para personas sin hogar.

Edificio de la calle Bravo Murillo donde se ubicaba el centro de emergencia para personas sin hogar. / S. GARCÍA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

BADAJOZ

El edificio de la calle Bravo Murillo que hasta hace unas semanas ocupaba el albergue de emergencia para personas sin hogar tiene nuevo propietario. Cáritas de Mérida-Badajoz lo ha vendido tras trasladar este recurso al Centro Hermano, en Huerta Rosales. 

La operación inmobiliaria se ha cerrado en un visto y no visto, según confirma el director de la oenegé de la Iglesia, José Manuel Rodríguez, que no revela ni quién es el comprador ni el precio que ha pagado. «Lo ha adquirido un empresario local», se limita a decir. Tampoco -asegura- conoce los planes que tiene la nueva propiedad para este edificio de tres plantas en el corazón del Casco Antiguo de Badajoz. 

«Ha sido un milagro», dice Rodríguez, que reconoce que nunca pensaron que la venta se cerrara en tan poco tiempo. El edificio, muy antiguo y con muchas deficiencias, requiere una inversión para reformarlo que Cáritas no puede asumir y mantenerlo en propiedad «solo generaba gastos». El dinero obtenido por este bien se invertirá en sus programas, entre ellos el de Vivienda, con un coste económico anual muy elevado.

El inmueble de Bravo Murillo aún no está completamente vacío. En unas dependencias en la planta baja, en el pasillo de acceso a la entrada principal, sigue funcionando la consulta de la Fundación Odontología Solidaria, aunque será por poco tiempo, pues ya se les ha comunicado que deben abandonar estas dependencias como muy tarde este verano. La oenegé ya está cerrando la mudanza a una nueva sede para prestar este servicio a las personas más vulnerables.

La mudanza del albergue de emergencia al Centro Hermano ha sido posible después de que los usuarios de este último recurso se trasladaran a las 20 viviendas que la Junta de Extremadura cedió a Cáritas en los conocidos como pisos de la Guardia Civil de Suerte de Saavedra y las instalaciones de la antigua ITI quedaran libres.

El edificio de Bravo Murillo se utilizó durante varios años para dar cobijo a personas sin hogar durante las olas de frío y calor, pero, tras el confinamiento por la pandemia, se acondicionó y comenzó a funcionar de manera permanente. Disponía de 27 plazas y casi siempre estaba al 100%.

Hasta 30 plazas

El cambio al Centro Hermano no ha supuesto «ningún problema» para las personas que recurren al albergue, «al revés, incluso en esa zona están más lejos de los puntos de venta y consumo de droga», valora el director de Cáritas. «Está lleno», añade. Cuenta con 27 plazas y la posibilidad de ampliarlas hasta 30.

En las instalaciones de Bravo Murillo carecían de espacio suficiente y estaban obsoletas. «El servicio que dábamos allí era bastante provisional, mientras que el Centro Hermano ha sido un recurso residencial durante muchos años y, por lo tanto, tiene unas infraestructuras mejores, no vamos a decir buenas, y más dignas», señala José Manuel Rodríguez. 

En este sentido, explica que en el anterior edificio las habitaciones eran «barracones», con hasta 10 camas por estancia, mientras que ahora disponen de cuartos con 3, 4 y 6 camas, y alas separadas para hombres y mujeres.

Otra de las ventajas del cambio es que se podrán empezar a realizar talleres. Para ello, se ha ampliado el horario de apertura por las mañanas. «En este centro están personas que aún no han dado el paso para iniciar con Cáritas un proceso de acompañamiento y el objetivo es empezar a trabajar con ellas para que no solo pasen la noche, se duchen y se les dé una comida». Una vez que decidan empezar el proceso de recuperación, se les ofrecerá un itinerario personal, bien sea para deshabituación de toxicomanías, tratamiento de enfermedades mentales o derivarlos a los programas de Vivienda o Empleo.

Ubicación transitoria

Aunque las condiciones del centro de emergencia ha mejorado con la mudanza a Huerta Rosales, según recordó el director de Cáritas, su ubicación en el Centro Hermano es «transitoria», a la espera de que el Ayuntamiento de Badajoz construya el albergue para personas sin hogar que ha comprometido. De momento, según Rodríguez, no se ha decidido cuál será su emplazamiento.

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